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Tema: ►¿Estamos bajo los Diez Mandamientos?

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  1. #1
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    26-enero-2013
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    Predeterminado ►¿Estamos bajo los Diez Mandamientos?

    ¿Estamos bajo los Diez Mandamientos?

    ¿QUÉ LEYES quiere Jehová Dios que obedezcamos? ¿Tenemos que observar lo que la Biblia llama “la ley de Moisés” o, a veces, “la Ley”? (1 Reyes 2:3; Tito 3:9)

    A esto también se llama “la ley de Jehová,” porque El fue quien la dio. (1 Crónicas 16:40) Moisés sencillamente entregó la Ley al pueblo.

    La ley de Moisés consta de más de 600 leyes, o mandamientos individuales, y entre estos mandamientos están los 10 principales. Como dijo Moisés: “[Jehová] os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra.” (Deuteronomio 4:13; Exodo 31:18, Versión Valera [1934]) Pero, ¿a quiénes dio Jehová la Ley, y con ella los Diez Mandamientos? ¿La dio a toda la humanidad? ¿Qué propósito tenía la Ley?

  2. #2
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    Predeterminado ¿Estamos bajo los Diez Mandamientos? ¿que mandamientos?...

    Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
    ¿Estamos bajo los Diez Mandamientos?

    ¿QUÉ LEYES quiere Jehová Dios que obedezcamos? ¿Tenemos que observar lo que la Biblia llama “la ley de Moisés” o, a veces, “la Ley”? (1 Reyes 2:3; Tito 3:9)
    Las leyes del viejo testamento que los judíos llaman "LA LEY" o "LA LEY DE MOISÉS", ESTABA CARGADA DE PRECEPTOS DE HOMBRES que Jesucristo anuló... Los cristianos que quieran conocer los verdaderos mandamientos de Dios deben guardar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio, pues Jesucristo vino a restaurar la verdadera Ley de Dios (La verdadera ley que recibió el pueblo en tiempos de Moisés)...

    La ley de Moisés consta de más de 600 leyes, o mandamientos individuales,
    En tiempos de Jesucristo la verdadera Ley que recibió el pueblo en tiempos de Moisés ya no se conocía, porque los escribas despues de Moises aumentaron la ley con muchos preceptos de hombres de penas de muerte y de esclavitud que Dios no había mandado.

    Jesucristo restableció la verdadera ley de Dios, y esta Ley restablecida es la Ley y los mandamientos del Evangelio.


    y entre estos mandamientos están los 10 principales. Como dijo Moisés: “[Jehová] os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra.”
    Para conocer los verdaderos mandamientos de Dios, hay que leer
    los mandamientos que Jesucristo, cuando predicó el Evangelio, le entregó al hombre rico... Pues Jesucristo vino a restablecer los verdaderos mandamiento de Dios, y esta es la principal enseñanza del Evangelio.

    LOS DIEZ MANDAMIENTOS DEL VIEJO TESTAMENTO NO SON IGUALES A LOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO

    Los Diez mandamientos del viejo testamento no son iguales a los mandamientos que nos enseña el Evangelio, hay grandes diferencias. Así dicen los mandamientos como los enseña Jesucristo:

    "Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)


    Ahora veamos las diferencias entre estos mandamientos que nos enseña Jesucristo y los mandamientos del viejo testamento:

    Los mandamientos del AT sobre los esclavos y las esclavas:

    Los diez mandamientos del viejo testamento permiten que los hombres tengan esclavos y esclavas. Así dicen algunos de los diez mandamientos del viejo testamento:

    "Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es de reposo para Yavé tu Dios; no hagas en él obra alguna, tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas" (Deuto. 5:12-15).

    "No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Deuteronomio 5:1-22)


    ¿Esclavos y esclavas?...

    Los mandamientos como los enseña Jesucristo, que son la única y verdadera Ley de Dios, no hablan nada de tener esclavos. La esclavitud es contraria a las enseñanzas del Evangelio: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Si tú amas a tu prójimo como a ti mismo, no lo puedes tener de esclavo.


    Ésta es una de las diferencias entre los mandamientos del viejo testamento y los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio. Pero también hay otras diferencias que veremos en otra respuesta.
    Última edición por Porque25; 19-dic.-2016 a las 13:03

  3. #3
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    Predeterminado

    Jesucristo anuló la ley que tenía más de 600
    Mandatos

    No solo los que tenían que ver con matar

  4. #4
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    Predeterminado ¿Estamos bajo los Diez Mandamientos?



    El mandamiento del AT sobre el día de reposo

    Los diez mandamientos del viejo testamento hablan de no hacer ningún trabajo en día de reposo. El viejo testamento nos dice así:

    "Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es de reposo para Yavé tu Dios; no hagas en él obra alguna, tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas"(Deuto. 5:12-15).

    Esto es lo que nos dicen los mandamientos del viejo testamento. Y en relación con este mandamiento, el viejo testamento también nos dice:

    "Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Yavé dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Yavé mandó a Moisés". (Números 15:32-36).

    Estas leyes eran las que se aplicaban antes de Jesucristo, pero no es eso lo que nos mandó Jesucristo cuando nos predicó el Evangelio, pues el Evangelio nos entrega una enseñanza muy diferente cuando los discípulos de Jesús recogían espigas en día de reposo:

    "En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Pero él les dijo: ........ uno mayor que el templo está aquí. Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo". (Mateo 12:1-8)

    Como vemos, el Evangelio nos dice algo muy diferente, pues el Evangelio nos enseña que los actos de misericordia es con lo que Dios quiere que cumplamos siempre.

    Y también, en relación con los mandamientos sobre el día de reposo que tenían los judíos, el Evangelio nos dice que Jesús quebrantaba el día de reposo. Así nos dice el Evangelio cuando un hombre fue sanado por Jesús en día de reposo:

    "El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios". (Juan 5,8-20).

    Jesús quebrantaba la ley del día de reposo como la tenían los judíos escrita en los diez mandamientos del viejo testamento, y Jesucristo es Dios, que nos enseña la verdadera Ley de Dios. Entonces, se nos descubre que aquella ley del viejo testamento estaba imperfectamente escrita o no era Ley de Dios, porque, como nos dice la escritura, Jesús quebrantaba aquella ley del día de reposo.

    Seguiremos viendo otros mandamientos del viejo testamento contrarios a lo que manda Jesucristo en el Evangelio...

    Última edición por Porque25; 19-dic.-2016 a las 13:07

  5. #5
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    Predeterminado

    El décimo mandamiento del AT: La codicia de los bienes

    El décimo mandamiento del viejo testamento así nos dice:

    "No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Deuteronomio 5:1-22)

    Según este mandamiento del viejo testamento, los pobres que viven en la miseria no deben desear nada de sus prójimos aunque no tengan nada, y los que tienen muchas riquezas sí pueden desear todo lo que tienen sus prójimos, y hasta su vida, teniéndolos como esclavos... Esto es una gran contradicción que nos hace reflexionar muy profundamente sobre los mandamientos como están escritos en el viejo testamento.

    Si yo no debo desear nada que pertenece a mi prójimo (como dice el mandamiento de la ley judía), entonces mi prójimo tampoco debe desear tener a su prójimo de esclavo, PORQUE LE QUIERE QUITAR LA LIBERTAD... Y la libertad es un gran tesoro que pertenece a cada hombre, entonces le quieren quitar un gran tesoro que Dios le dio y a él le pertenece (la libertad).

    Jesucristo en el Evangelio no nos entrega ese mandamiento del viejo testamento. Por el contrario, Jesucristo nos entrega un mandamiento que no viene en los mandamientos del viejo testamento, y que contradice totalmente ese mandamiento, pues cuando Jesucristo le entrega los mandamientos a un joven que tenía muchas posesiones, así le dice:

    "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres"...

    No es lo mismo que se les diga a los que viven en la miseria que no deseen nada de los que tienen muchas riquezas (como manda el mandamiento del viejo testamento)..., que decirles a los que tienen muchas riquezas que repartan todo lo que tienen entre los pobres (como dice el mandamiento de Jesucristo): "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres"...

    Como hemos visto, ésta es una de las grandes diferencias que hay entre los mandamientos del viejo testamento y los mandamientos del Evangelio.

    Cada hombre debe repartir con igualdad todo lo que tiene con sus prójimos para que todos vivan con más alegría y nadie se haga más grande que nadie y para que nadie viva a costa de la esclavitud de los demás..., para que así se cumpla lo que nos dice el mandamiento: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo".

    ¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Si mi prójimo es como si fuera yo mismo, mi prójimo debe disfrutar de la libertad que yo disfruto, del respeto que a mí se me tiene..., y también debe gozar de todo lo que yo quiero gozar.

    Si yo debo amar a mi prójimo como a mí mismo, entonces no lo puedo tener como un esclavo. Así que el mandamiento del viejo testamento sobre tener esclavos y lo de no desear nada de lo que tienen los ricos contradice lo que Jesucristo nos manda en estos dos mandamientos de la Ley de Jesucristo:

    "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" y "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres" (Mateo 19:16-22).

    En conclusión, que el mandamiento del viejo testamento que manda a los pobres que viven en la miseria que no deseen nada de lo que tienen los ricos, es un mandamiento muy beneficioso para los hombres codiciosos que siempre quieren tener más que los demás y que quieren dominar sobre los demás.

    Y en cuanto a eso de querer dominar sobre los demás queriéndolos tener como esclavos, Jesucristo también nos entrega una preciosa enseñanza que así nos dice:

    "Jesús los llamó y les dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos;
    de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos". (Mateo 20:25-28)

  6. #6
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    Predeterminado

    El mandamiento del AT sobre la codicia de las mujeres

    Por otra parte, el viejo testamento, en cuanto a la codicia de las mujeres, así nos dice:

    "No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Deuteronomio 5:1-22)

    Aquí se dice que no se debe codiciar la mujer de tu prójimo. Y es que los judíos tenían a las mujeres como esclavas de su propiedad. Sin embargo, Jesucristo nos hace a todos libres cuando manda que nadie debe mirar con codicia a las mujeres (cualquier mujer, soltera o casada), pues cuando Jesucristo en el Evangelio habla de la codicia de la mujeres, Él así nos dice:

    "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón......". (Mateo 5:...)

    Y esta es otra de las diferencias que hay entre las leyes del viejo testamento y la Ley de Jesucristo. Los judíos, antes de Jesucristo, tenían a las mujeres como esclavas de su propiedad, y ahora los cristianos no debemos codiciar a las mujeres para tenerlas como un bien propio, como esclavas de nuestra propiedad.

    Jesucristo nos hizo libres a los hombres y a las mujeres. Y si un hombre y una mujer quieren vivir juntos, debe ser por el amor que obra por la misericordia. Pero esto no le da derecho al hombre para tener a la mujer esclava y amenazada, como las tenían los judíos y como aún siguen haciendo los mahometanos.

    Aquellos judíos antiguos, cuando se cansaban de las mujeres, en muchos casos las acusaban de adulterio para matarlas a pedradas en las plazas públicas, y Jesucristo acabó con todas aquellas leyes judías de matar y esclavizar a las personas.


  7. #7
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    Predeterminado

    Entonces ni eran preceptos de hombres
    Esas leyes ni fueron quitadas solo las que tenían que ver
    Con matar cómo han dicho

    JESUCRISTO quitó el decreto entero
    Se resumen en dos
    Amar s JEHOVA sobre todas las cosas
    Y amar a tu prójimo como a ti mismo

    El que ama a su prójimo
    No mata
    No roba
    No le quita la mujer
    No ofrece falso testimonio

  8. #8
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    Predeterminado

    Entonces, ¿por qué mandaba la Ley de Jehová que los israelitas hicieran sacrificios de animales?.

    Veamos lo que dijo el apóstol Pablo:

    Entonces, ¿por qué la Ley? Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones, hasta que llegara la descendencia a quien se había hecho la promesa. Por consiguiente, la Ley ha llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo” (Gálatas 3:19-24).

    Los sacrificios de animales que se hacían bajo la Ley mosaica representaron un sacrificio mayor.

    En realidad, la Ley estaba apuntando a algo muchísimo más eficaz en el cumplimiento de la voluntad de Dios.


    Este sería el que Jehová Dios.


    por su amor,
    proveería a favor de la humanidad:
    el de su Hijo. Jesucristo se refirió a este acto de amor cuando dijo:
    “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no*sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

    “La Ley tiene una sombra
    de las buenas cosas por venir,
    pero no la sustancia misma de las cosas”
    (Hebreos 10:1).

    La Ley tenía “una sombra de las buenas cosas por venir”.
    ¿Qué cosas?

    La realidad se centraba en la muerte de Jesucristo.

    Al morir por nosotros,
    Cristo pagó un rescate para cubrir nuestros pecados.
    Ese rescate constituye una parte fundamental del mensaje cristiano

    Jesus llevó a cabo todo lo que prefiguraba la Ley,
    en particular, el Día de Expiación.

    Ese día especial se sacrificaban los animales estipulados y,
    después, el sumo sacerdote introducía parte de la sangre en el Santísimo del tabernáculo o el templo,
    y allí la presentaba ante Jehová,
    como si estuviera en su presencia (Éxodo 25:22; Levítico 16:2-19).

    Jesús cumplió lo que se prefiguró con el Día de Expiación,
    como explicó Pablo. En primer lugar, el apóstol mencionó que el sumo sacerdote de Israel entraba una vez al año en el Santísimo con sangre que ofrecía “por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo”
    (Hebreos 9:6,7).

    En armonía con lo que se efectuaba en el Día de Expiación, Jesús, tras resucitar con un cuerpo espiritual, entró en el cielo mismo. Al ser un espíritu, sin un cuerpo de carne y sangre, podía comparecer ante “la persona de Dios a favor de nosotros”. ¿Qué le presentó a Dios? No fue algo tangible, pero sí muy significativo. Pablo continúa diciendo: “Cuando Cristo vino como sumo sacerdote, él entró —no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre— una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberación eterna para nosotros. Porque si la sangre de machos cabríos y de toros santifica al grado de limpieza de la carne, ¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo?”.


    11 También, todo sacerdote ocupa su puesto de día en día para rendir servicio público y para ofrecer los mismos sacrificios muchas veces, puesto que estos no pueden en ningún tiempo quitar los pecados completamente. 12 Pero este [hombre] ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente, y se sentó a la diestra de Dios, 13 esperando desde entonces hasta que se coloque a sus enemigos como banquillo para sus pies. 14 Porque por una sola ofrenda [de sacrificio] él ha perfeccionado perpetuamente a los que están siendo santificados.

    Hebreos 10:11-14

    Así es, Jesús presentó a Dios
    el valor de su sangre derramada
    (Hebreos 9:11-14, 24, 28; 10:11-14; 1Pedro 3:18).
    Última edición por KIMO; 19-dic.-2016 a las 14:23

  9. #9
    Fecha de Ingreso
    26-enero-2013
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    Predeterminado

    ¿Y como identifica usted los preceptos de hombre y los que eran mandatos de Dios?

  10. #10
    Fecha de Ingreso
    14-diciembre-2016
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    Predeterminado

    Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
    ¿Y como identifica usted los preceptos de hombre y los que eran mandatos de Dios?
    esa es una buena pregunta...

    Yo empezaría por recoger espigas en día de reposo, era acaso un mandamiento no hacerlo, o eran mandamientos que los fariseos se inventaron?

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