[EL DIOS EMOTIVO, comentario 150]
Rita Carter recomienda que uno se examine a sí mismo y tome conocimiento de los Yoes que tiene, a fin de probar cuáles son útiles y cuáles son destructivos, y entonces dirigir nuestros esfuerzos para tratar de consolidar los útiles. Por lo tanto, al parecer, existe la capacidad mental de explorar nuestros Yoes y ver qué consecuencias previsibles nos reportará dar pábulo a uno de ellos sobre los otros, y a continuación tomar medidas para silenciar a los que pueden abocarnos a malos desenlaces. Un ejemplo lo tenemos en la drogodependencia, en cómo algunos drogadictos se dan cuenta de que su Yo dominante viciado debe ser contrarrestado y a raíz de tal aprehensión buscan ayuda profesional para desintoxicarse, antes que sea demasiado tarde.