hablemos de una guerra que ningún ser humano pudo haber observado.
Esta guerra tuvo lugar en la región invisible
donde viven los espíritus,
y su resultado nos afecta a nosotros directamente

Jesucristo comenzó a reinar en el cielo en el año 1914
(Daniel 7:13, 14).

Poco después entró en acción.
La Biblia relata:
“Estalló guerra en el cielo: Miguel
[otro nombre de Jesús]
y sus ángeles combatieron con el dragón
[Satanás],
y el dragón y sus ángeles combatieron”.

El Diablo y sus malvados ángeles,
los demonios, perdieron la guerra
y fueron arrojados a la Tierra.

Los ángeles fieles se alegraron
de que Satanás y sus demonios ya no estuvieran en el cielo.

Pero los humanos no estarían tan contentos.
La Biblia lo predijo así:
“¡Ay de la tierra!, porque el Diablo ha descendido a ustedes,
teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”