Rechazados los romanos de Judea, los judíos unidos por un momento, comandados por su parlamento, el Sanedrín, dominado por los fariseos, y usando como ejército a los anteriormente clandestinos zelotes y sicarios, toma las fortalezas romanas y sobre todo, los castillos y fuertes construidos desde la época de Herodes I el Grande.
Los cristianos de Jerusalén, que habían sido perseguidos por los judíos, abandonaron la ciudad después de el primer asedio y abandono de las tropas romanas.
Nerón envía al general Flavio Vespasiano a recuperar Judea. Este reconstruye la Legión siria llamada XIII Fulminata, y llama a otras legiones, incluyendo a la V Macedónica, y numerosas tropas auxiliares y soldados no legionarios, destacados en fuertes y ciudades sirias y judeas conocidos como vexillationes. También se le unieron tropas egipcias y de reyes locales, que pudieron ser árabes, nabateos y de las ciudades de la decapolis.
Vespasiano fue tomando una a una las ciudades y fortalezas de Galilea, incluyendo la fortaleza comandada por Flavio Josefo, quien se rindió, y fue perdonado y asimilado a los romanos por haber profetizado que Vespasiano sería emperador.
Llegó hasta Cesárea, anterior centro de poder romano y se asentó allí como centro de operaciones.
En Roma las cosas no le fueron bien a Nerón. Este, después del Gran Incendio de Roma, que destruyó 10 de 12 barrios de la ciudad amurallada (las casas romanas hasta ese momento eran de madera), expropio un tercio de la ciudad para construir un gran palacio residencial con un lago artificial, con fondos públicos. Hasta Nerón, ningún mandatario (no exentos de corrupción) había usado los bienes y fondos públicos como propios, al estilo de un monarca oriental, de alguna forma se respetaba la Res Pública (la Cosa Pública, de ahí viene la palabra República), de boca para afuera.
Eso fue acumulando resentimiento, además de sus locuras que hicieron ver a Calígula como un sabio. Pero lo que parece que detonó la rebelión de sus pretorianos fue la tacañería de Nerón con sus tropas.
Nerón fue obligado a suicidarse. Ese año fue llamado el de los cuatro emperadores, por que las legiones se enfrentaron entre si para imponer a su general como emperador.
Después de infructuosas luchas por el poder, desde Roma decidieron ofrecerle a Flavio Vespasiano el mando del Imperio.
Vespasiano partió hacia Alejandría para asegurar el respaldo de las tropas de Egipto, y el grano que alimentaba Roma, y dejó encargado del "Problema Judío" a su hijo primogénito Tito Flavius.
Tito Flavius parte hacia Jerusalén con las Legiones:
· Legio V Macedonica
· Legio XII Fulminata
· Legio XV Apollinaris
· Legio X Fretensis
16.000-18.000 legionarios
- 5.000 soldados vexillationes de Siria y Egipto
- 25.000-30.000 tropas auxiliares
- 15.000-20.000 tropas de reyes aliados
Un total entre 61.000 y 73.000 tropas.
En principio Tito Flavius rodeo Jerusalén con una muralla de estacas en un sitio de asedio, al estilo como Julio Cesar había derrotado a Vercingetorix en la Galia un siglo antes. Pero se dispuso a negociar, y para eso envió a Flavio Josefo, este fue rechazado y herido con una flecha.
En la ciudad, que en ese momento celebraba la Pascua Judía, se encontraban numerosos peregrinos, a los cuales las tropas saduceas, zelotes, sicarios y numerosos idumeos, no dejaron salir.
Las fuerzas sitiadas, comandadas por Simon Bar Giora, Juan de Giscala y Eleazar ben Simón se estiman entre 23.000 y 27.000 milicianos y soldados.
Tito realizó un sitio clásico, mientras hacia pasar hambre a la ciudad, construía maquinas de asalto. En el interior las facciones reñían, algunos querían resistir gracias a los depósitos de granos, otros querían negociar ante la evidente superioridad romana, pero los zelotes quemaron los depósitos y atacaron a los romanos para forzar una batalla final y decisiva. Aunque causaron muchas bajas romanas, fueron rechazados de vuelta a la ciudad, y esta vez sin alimentos suficientes para muchos meses.
Los romanos no mostraron piedad, y según cuenta Flavio Josefo, eran crucificados 500 prisioneros judíos al día (no parece muy probable semejante cantidad, ya que el sitio duro meses). Aunque se habla también de la ejecución de 6.000 desertores entre las tropas romanas.
En Jerusalén se había construido una tercera muralla que fue demolida por los daños con un ariete, que abrió también una brecha en la segunda muralla. Los judíos se atrincheraron en la Fortaleza Antonia y en El Templo.
Cuando los romanos atravesaron la ultima muralla, los zelotes obligaron a los romanos a pelear calle por calle.
Pero la suerte estaba echada para los judíos. Aunque mucha población había logrado huir por túneles secretos, los civiles eran masacrados junto a los combatientes. La Fortaleza Antonia fue tomada, y el Templo, al que Tito no pensaba destruir sino convertirlo en templo romano, fue incendiado en el fragor de la batalla.
La ciudad y su Templo fue destruida y arrasada, y los sobrevivientes esclavizados.
El tesoro del Templo, incluyendo la menorah (el famoso candelabro judío, que fue robada en un ataque y saqueo bárbaro a Roma siglos después) y el arca de la alianza (aunque los etíopes dicen que fue salvada y llevada a Etiopía), fue llevado a Roma.
Tito no quiso ningún desfile del Triunfo en Roma, según dijo porque esa victoria no merecía uno, pero quizás por respeto a su padre, que fue el iniciador de la campaña.
Vespasiano dreno el lago artificial de Nerón e inicio la construcción del Anfiteatro Flavian, mas conocido como "El Coliseo".
El Coliseo fue construido con el tesoro del Templo, y con la mano de obra de 12.000 esclavos judíos.
Posiblemente muchos de esos esclavos pudieron terminar siendo mesianistas, es decir, cristianos. Según el posterior Testamento de Lucas, Jesús había profetizado la destrucción de Jerusalén y el Templo. Pero en Historia hay que tener cuidado con las profecías escritas muy posteriormente a los eventos, como el caso de el Libro de Daniel sobre Nabucodonosor, escrito en los tiempos macabeos, siglos después de los eventos, y con errores históricos.
Pero la Primera Guerra Judeo Romana no terminó en Jerusalén sino años después con la caída de la última fortaleza de los sicarios, Masada, donde estos se suicidaron antes de ser esclavizados o crucificados por los romanos.
Se calcula que mas de 600.000 judíos fueron esclavizados y expatriados por los romanos. Flavio Josefo calcula que mas de 1.100.000 judíos murieron en la guerra. Un holocausto para la nación judía.
Muchos huyeron a las montañas y desiertos, pero también a las ciudades semi independientes de la decápolis.
Última edición por Guanche; 27-abr.-2017 a las 11:49
Razón: edité en un párrafo Roma por Jerusalén
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