Los asirios, un pueblo cuya ciudad principal original era Assur, en la orilla norte de Tigris superior, tenían una cultura acadia-sumeria. Por su ubicación se convirtieron en un centro comercial de la época, ya que su ubicación era mas o menos la de Mosul, al norte del Irak actual, y centro de una zona que tenia al noroeste a la Anatolia hitita (actual Turquia), al norte la actual Armenia y el Caucaso, al noreste y este una zona hoy compartida entre Azerbaiyan e Irán, donde habían penetrado un grupo iranio o ario de nómadas llamado Medos, hermano de un grupo mas sureño con el que compartían un idioma indogermánico llamado farsi, los Persas.
Al este estaba Mitani y luego Aram, la actual Siria.
Sufrió muchos ataques de sus vecinos, e incluso de pueblos de las estepas que bajaron del Caucaso, como sármatas y cumacos.
Los salvo un detalle, dominaban el hierro. Metal ya conocido desde los hititas, e incluso por algunos Pueblos del Mar, y hasta por los egipcios en forma de hierro meteórico.
La diferencia fue que Asiria, para defenderse de tanto enemigo, fue el primer reino que logro masificar su producción para armar un ejercito, el cual tenia similitudes con el posterior romano republicano en que estaba formado por ciudadanos.
Los dirigentes eran nobles terratenientes, y los soldados recibían tierras como pago de sus años de servicios.
Ese ejercito permanente estaba formado por una temible infantería equipada con armadura de cuero, casco de hierro, escudo metálico redondo y espada de acero corta, una caballería ligera (los caballos de la época eran pequeños, fueron luego los medo-persas los que criaron los grandes caballos) equipada con lanzas de punta de hierro, carros de guerra con dos o tres caballos guiados por los nobles, y arqueros con arcos de doble curva, con flechas cortas pero precisas, con puntas de hierro.
Y sobre todo, además de bien armado, era un ejercito temible porque al estilo mongol posterior, arrasaban con los enemigos que no se le rrendían. Los masacraban y esclavizaban a los supervivientes.

En su tercera etapa, la neoasiria, cambiaron un poco la táctica, usaron el exilio. Tomaban a la elite y a los burgueses y terratenientes de los vencidos y los extrañaban a otro lugar. Ponían en su lugar a sus aliados o militares que cumplían servicios como administradores.