QUE PESADO ERES KIMO CON LO MISMO.

Jesucristo, con los mandamientos del Evangelio, dejó abolidos los preceptos del viejo testamento que no eran Ley de Dios, sino preceptos de hombres, y que mandaban: "ojo por ojo y diente por diente", penas de muerte (quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio, matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo, etc.), guerras, genocidios (matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos), esclavitud y sacrificios.
Jesucristo, con los mandamientos del Evangelio, abolió del viejo testamento los preceptos que no eran Ley de Dios y que mandaban penas de muerte, guerras, genocidios (matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos), esclavitud y sacrificios.