Jesucristo es Dios, porque Él dice:

"Yo Soy el Camino, y la Verdad, y la vida".

Jesucristo es la vida. Y Dios, el Padre, también es la vida. Y, hablando del Espíritu Santo, Jesucristo te dice:

"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).