Iniciado por
Elisabet*
El engaño de la serpiente no es de Dios.
Dios no es culpable de mal alguno.
No fue una trampa. Fueron ellos, lo que, arrastrados por el engaño, eligieron comer de aquel árbol. Dios les había dicho que no comieran del arbol de la ciencia del bien y del mal. Y ellos decidieron comer. Entonces, no hay trampa, pues ellos podían haber confiado en Dios y rechazar lo que la serpiente les propuso. Pero no lo hicieron, sino que fueron arrastrados por el engaño, y creyeron que podían llegar a ser como Dios.
Así demostraron no valorar todo lo que Dios les había dado, y demostraron faltar a la confianza en Dios. Al no confiar en Dios, ellos tenían que aprender por su propia experiencia a confiar en lo que su Dios Creador les decía y no volver a dejarse arrastrar por la mentira.