Sin ganas de polemizar, esto es completamente erróneo. El hecho de que no conozcas algo, no significa que no exista. Hay empresas sumamente comprometidas con el desarrollo personal de sus empleados, con una administración de sus recursos humanos con gran enfoque en su integridad moral. Algunas incluso invitan a las familias del personal a ser partícipes de programas de matiz social, otras cuentan con clubes deportivos, gimnasios, spas..., o patrocinan diversas actividades grupales de corte recreativo, con el fin de relacionar a su gente. En uno de mis primeros trabajos fui miembro de un equipo de boliche, nos patrocinaba la empresa; me ayudó bastante a relacionarme con mis compañeros, a conocer más a fondo su forma de pensar. Más adelante tuve la oportunidad de organizar brigadas sociales, para las cuales invitábamos a las familias de los empleados a colaborar en todas las tareas; los objetivos, según los directivos, eran:
1. Cumplir, en parte, con nuestra responsabilidad social.
2. Reintegrar el núcleo familiar, y
3. Establecer medios saludables para la convivencia de los empleados fuera de la organización.
Infinidad de actividades... Las fiestas organizadas por la misma empresa son una de ellas, es la forma más simple de fomentar las relaciones personales al interior de una organización.
Y es que las empresas, EsquizOfelia, prevén que dicha socialización eventualmente tendrá lugar, y es mejor ser parte positiva de ésta.
En toda mi vida no he conocido una sola empresa que se manifieste en contra o incluso prohíba las relaciones amistosas entre sus empleados; quizá las haya, pero no las conozco. He conocido, sí, empresas entre cuyas políticas se encuentra la restricción de relaciones de pareja entre empleados, pero hasta ahí, y generalmente para evitar problemas relacionados con delitos sexuales y violencia de género, otras básicamente para prevenir el nepotismo.
No fue comparación. Es que quienes evitan relacionarse personalmente en la esfera laboral, suelen extender ese criterio a todas las esferas, dejando claro que el problema no son las desventajas técnicas de la socialización, sino su evidente personalidad asocial.El solo hecho de que en un lugar pagas y en el otro te pagan, ya da una diferencia abismal.
.