La progresía moderna, empeñada en ir contra natura y empeñada en relativizar hasta la teoría de la relatividad, está haciendo un daño considerable e irreparable a nuestros hijos.
La tan cacareada idea de que el sexo no viene definido por la genética y que todo es cuestión de "opciones", es una sandez como un piano que ahora queda al descubierto.
El gran negocio de las clínicas dedicadas a los cambios de sexo y la farmacología que abastece de medicamentos a estas personas para mantener de por vida esa FALACIA, quedan muy mal paradas por este artículo publicado por el Colegio Americano de Pediatría.

1. La sexualidad humana es un rasgo biológico objetivo binario.

2. Nadie nace con un género. Todos nacemos con un sexo biológico.

3. La creencia de una persona de que él o ella es algo que no es constituye, en el mejor de los casos, un signo de pensamiento confuso.

4. La pubertad no es una enfermedad, y los bloqueadores hormnales pueden ser peligrosos.

5. Según el DSM-V, hasta un 98% de niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso aceptan finalmente su sexo biológico

7. Las tasas de suicidio son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y sufren cirugía de reasignación de sexo, incluso en Suecia, que se encuentra entre los países con mayor respaldo LGBT

8. Condicionar a los niños a creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso infantil.

Como siempre la progresía más indocumentada haciendo daño a todo el conjunto del tejido social.