Se dice que tuvimos una transición pacífica, modélica…. En cierto modo, eso es real, es así. Tras la muerte de Franco, el régimen franquista miró hacia adelante y se hizo el harakiri permitiendo la reforma política de la nación, encabezada por el rey (franquista) y por el gobierno de Suárez (franquista, el secretario general del Movimiento). Se consiguió equiparar España al resto de naciones democráticas europeas (no toda Europa era democrática, pero España quería ser similar a Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania Occidental…). Hasta aquí, el éxito. Pero…, como en la parábola de la cizaña, no solo era buen trigo lo que se cultivaba y germinaba: no fue del todo pacífica la transición del franquismo a un estado democrático: casi mil muertos causados por los hijos de Arana pusieron la nota criminal intentando obligar que esa transición hacia la democracia derivara en sangrienta guerra civil. No consiguieron su objetivo, pero casi mil muertos yacen en cementerios, y 300 crímenes todavía no han sido juzgados e irán prescribiendo (que eso ocurrirá). Esos hijos de Arana, unos agitando el árbol, y otros recogiendo las nueces, tienen todo el poder para seguir haciendo daño, aunque ahora las pistolas estén guardadas porque no sea conveniente utilizarlas. Y a esos hijos de Arana, la izquierda (casi siempre antiespañola, siempre irresponsable) les ha dado siempre oxígeno para que no perecieran, tanto durante el franquismo, cuando el régimen los reprimió, como cuando durante el gobierno de Aznar, tras la tregua trampa y una nueva escalada terroristas, el estado los acogotó de forma que casi no pudieran atentar aunque quisieran. Ahí vino la siempre irresponsable y casi siempre antiespañola izquierda a hacer el boca a boca a los hijos de Arana. Ahora están en las instituciones, en los colegios, honrando a los asesinos, despreciando a las víctimas, manipulando los cómics de Asterix…
Llevan generación y media manipulando conciencias, y nadie les ha parado en los peores años de plomo, como para pararlos ahora. Tienen la sartén por el mango y España, país que no sabe o no ha querido defenderse, corre cuesta abajo hacia el sumidero.
PD: Los “hijos de Arana” casi lo utilizo como eufemismo de hijos de la gran puta: tiernos hijos…., los traidores peneuvistas, traidores a todo, cristianismo, democracia, república, monarquía…., miserables que se han hecho con todo el tinglado con la amenaza de que si no están ellos, vienen los “violentos” (así nunca llamarían ellos a sus hermanos de sangre, los otros hijos de Arana, los etarras, los que removían el árbol para que los peneuvistas recogieran las nueces…, que se pasaron al marxismo radical y al tiro en la nuca). Ambos hijos de Arana han convertido a la comunidad vasca en la región más enferma moral de la ya enferma España. Pobres Vascongadas…, pobre España…