Hola amiguito, te diré sólo una palabra (a ver ¿a quién te recuerdo?, jajajaja cualquier semejanza con el fundador de los caballeros de la mesa cuadrada es mera coincidencia):
Esperando
Ojalá que tus ocupaciones te permitan venir pronto a objetarme porque me encanta leerte. Saluditos.
Aberrante el ideario de quien “dolosamente” tergiversa las palabras ajenas para ajustarlas a sus argumentos antirreligiosos aunque no venga al caso.
En mi comentario, yo estoy abordando el tema del post desde el enfoque de la ÉTICA (por si no la conoces, te la presento, es una rama de la Filosofía) y no desde un enfoque religioso. Con tus ímpetus de ataque religioso sólo demuestras tus proyecciones intolerantes. En fin.
Mis palabras textuales fueron:
No toda conducta humana lleva necesariamente una valoración ética de bondad o maldad ya que también hay conductas humanas cotidianas que son inocuas o neutras; es decir, que no son éticamente ni buenas ni malas en sí mismas (como cantar, caminar, correr, comer, dormir, leer, estar sentado en un sillón, etc.) y por eso, estás tergiversando mis palabras; yo jamás dije que la maldad y bondad son propiedades intrínsecas de la conducta. Dije y lo reitero, que
hay conductas intrínsecamente buenas y otras que son intrínsecamente malas y que serán de una forma o de la otra según su adecuación o no a la ley natural impresa en la naturaleza humana, lo cual es MUY diferente a lo que tú engañosamente me atribuyes.
Concuerdo contigo en que, para hacer un juicio o valoración ético sobre la bondad o maldad de un acto humano (entendiendo por acto humano aquél que fue realizado en uso de la inteligencia y de la voluntad del sujeto) se debe tomar en cuenta la intencionalidad transgresora (dolo) y las circunstancias (que como dices, no son ni buenas ni malas en sí mismas). Es así.
Pero, quizás por el enfoque jurídico de derecho penal que no puedes evitar hacer, tú te estás olvidando del OBJETO del acto humano y precisamente en razón del objeto, de su materia,
es que afirmo que hay actos intrínsecamente malos cuando su objeto es malo siempre, independientemente de las ulteriores intenciones de quien actúa y de las circunstancias particulares. Ejemplos de actos intrínsecamente malos por su objeto: matar a un inocente, violar a una persona, la trata de personas, privar de la libertad a un inocente, torturar a una persona.
Doro, yo a ti te leo detenidamente, me encanta saber qué se cuece en tu mundo paralelo; lástima que no pueda decir lo mismo de ti, pero no pasa nada, no te pondré en ignorados y además, te perdono sin necesidad de que te disculpes
Saludos.