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Porque25
Eso es mentira, pues ningún cristiano verdadero apoya la fornicación y el adulterio. Los falsos cristianos que siguen falsas religiones como tú, en vuestra confusión sois los que justificáis la fornicación y el adulterio.
Pues el adulterio no se comete sólo cuando una mujer engaña a un hombre, pues la fornicación y el adulterio más grave es cuando se cambian los misericordiosos preceptos de Jesucristo para imponer en su lugar los preceptos de los hombres escritos en el viejo testamento que Jesucristo abolió y que vosotros, sin respeto a Jesucristo, seguís llamando "leyes de Dios".
Jesucristo abolió muchos preceptos del viejo testamento porque sólo eran preceptos de hombres, y vosotros, sin respeto ninguno a Jesucristo, seguís llamando "leyes de Dios" a esos preceptos abolidos por Jesucristo. Ésta era tu equivocación, equivocación que no puedes negar.
Y para calmar tu ira y tu odio contra estos pobres cristianos que te estamos enseñando los verdaderos mandamientos de Dios, entras en todos los temas que escribimos sobre la Ley y otros temas y en ellos plasmas tu odio contra nosotros diciendo que nosotros defendemos la fornicación y el adulterio, Y ESO TÚ SABES QUE ES MENTIRA, una diabólica mentira.
Con tu cuento satánico de que nosotros defendemos la fornicación y el adulterio, cosa que es una DIABÓLICA MENTIRA, tú sólo quieres que no se descubra tu gran equivocación en cuanto a los verdaderos mandamientos de Dios.
Tú y todos los judaizantes como tú, predicáis una gran mentira, pues imponéis la creencia de que todos los preceptos de penas de muerte, guerras, genocidios donde se mataba a hombres, mujeres y niños, sacrificios y esclavitud, son leyes de Dios.
Jesucristo los abolió porque sólo eran preceptos de hombres y vosotros seguís imponiendo la creencia de que todas esas leyes de muerte y de esclavitud son leyes de Dios. Y esa es la gran fornicación y el gran adulterio: llamar "leyes de Dios a lo que sólo son preceptos de hombres".
Nosotros decimos que los cristianos son libres para amarse en la misericordia de Dios. Y tú, a la misericordia de Dios, la llamas "fornicación" y "adulterio". Y Jesucristo, que conoce tus malos pensamientos, te dice lo siguiente:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12:7)
Tú también dices que los cristianos se pueden casar por lo civil siguiendo las costumbres de los pueblos, y te olvidas de que en los pueblos más civilizados también consienten las uniones de las parejas aunque no estén casados. Y si los gobernantes de estas naciones no los llaman fornicarios, ¿quién eres tú para ofenderlos con tus calumnias?...
Con tu mala idea de llamar "fornicarios" a los cristianos que se aman, sólo quieres disimular y anular todo lo que se te está enseñando en cuanto a los verdaderos mandamientos de Dios, mandamientos que tú no quieres recordar pero que yo seguidamente te los recuerdo:
La verdadera Ley de Dios es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que así nos dice:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo respetar la vida de Los indefensos (NO MATARÁS), y también les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer penas de muerte, sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)
El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice:
"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)
La fornicación y el adulterio son cosas malas, y esas cosas malas son las que tú haces cuando adulteras las palabras de Dios, llamando "mandamientos de Dios" a los mandamientos del viejo testamento que Jesucristo abolió porque sólo eran preceptos de hombres.
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