Porque, como explica Pablo, la Ley era un “tutor que [conducía] a Cristo”. Y cuando este llegó, ya no fue necesario seguir “bajo tutor” (Gálatas 3:24,25).

Los mandamientos de Cristo es lo que debemos obedecer como el de no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Dios juzgara a los fornicadores