Toda buena acción y si es para el propio crecimiento espiritual, Dios lo míra con agrado, todo lo bueno que uno hace tarde o temprano tendrá su recompensa en el cielo.
Hay una oración que siempre hago durante las 24 horas del día:
"Padre Eterno, os ofrezco la preciosísima Sangre de Tu amadísimo Hijo
nuestro Señor Jesucristo, unido a todas las misas celebradas hoy al rededor del mundo por todas las benditas almas del Purgatorio. Que Tu santa redención Señor, consiga mi salvación eterna y la de todos los que van a morir hoy"
(me pongo siempre entre los que morirán hoy (cada día).
¿Cuánto vale la Sangre de Cristo?, lo mismo que vale una sola Misa.
No siempre leo la biblia todos los días, no siempre hago algo bueno cada día, por la noche muchas veces me he presentado ante El Señor en oración con las manos vacías de buenas obras, soy humano . . . , pero ese ofrecimiento máximo a Dios (porque no hay nada más sagrado que ese Cuerpo y esa Sangre) esa oración ha sido mi mayor culto a Dios durante todo el día.
Pues el máximo culto que se le puede dar a Dios es ofreciéndole a Dios Mismo.