Hoy 9 de octubre, se conmemora el 48 aniversario de la muerte de Ernesto "El Ché" Guevara a manos del Ejército Boliviano en una comunidad llamada La Higuera.

Convertido en ícono de la mercadotecnia capitalista, amado y odiado, cuestionado por muchos, lo cierto es que El Ché fue un idealista que nunca se dejó vencer por la adversidad y siempre quiso ir más allá, no hablo del guerrillero hablo de la persona, su infancia, su amor por el rugby a pesar del asma, sus viajes, su paso por Sudamérica y Centroamérica, su estadía en Guatemala y luego en México, sus cartas, todo así lo demuestra: era un ser lleno de anhelos y deseos. Luego, como revolucionario había que entregarse o morir, así eran las cosas en esa América llena de caudillos insensibles a la miseria humana. Quiso internacionalizar la revolución y murió en eso, haciendo lo que creía justo: "un guerrillero debe moverse mucho, leer mucho y fumar mucho" decía y murió haciéndolo, murió como vivió y para lo que vivió.