Muchas religiones que se hacen llamar cristianas se han corrompido y ya nadie quiere seguir viviendo la vida de los primeros cristianos donde todo lo tenían en común, nadie llamaba propia cosa alguna y los alimentos y otros bienes se repartían a cada uno según su necesidad.

Aquel ejemplo de los primeros cristianos fue maravilloso. Pero todo lo que tenía de bueno también era muy odiado por los poderosos de las naciones que eran muy ricos y no querían repartir sus bienes con los pobres. Entonces, en el siglo IV el emperador Constantino y luego sus descendientes acabaron con la comunidad de bienes cristiana y en su lugar impusieron las leyes de los ricos emperadores que querían vivir en la opulencia y tener a los pobres de esclavos.

Desde entonces, dominaron en el mundo las falsas religiones llamadas "cristianas" enemigas del bien común y que impusieron en su lugar el derecho a la propiedad de los ricos para tener a los pobres de esclavos y acabar con aquella forma de vida de los primeros cristianos donde todo lo tenían en común.

Son muchas las filosofías que se han escrito en las diferentes religiones para imponer los deseos de los ricos y de los señores de la guerra. Derecho a la propiedad privada donde las propiedades privadas (grandes fincas que abarcaban grandes extensiones de tierra) sólo eran de los señores de la guerra, mientras que a los pobres o vasallos los tenían atrapados en ciudades (guetos) donde se afinaban miles de familias pobres y que sólo subsistían de las migajas de las mesas de los ricos señores de la guerra.

Esta forma de vida (todo para los ricos que tenían a los pobres de esclavos) que se desarrolló mucho en la Edad Media, a través de los tiempos hasta nuestros días se ha disfrazado como la "sociedad del progreso", sistema capitalista y, como dicen los capitalistas, "a cada uno se le dará según lo que aporte a la sociedad", esclavitud disfrazada de falsos sistemas de progreso, pues la verdad es que unos, para poder malcomer, trabajan para los que no trabajan y se adueñan de todo y se enriquecen.

La realidad y la verdad que llena las almas piadosas es la comunidad de bienes cristiana donde todo se tenía en común y nadie llamaba propia cosa alguna y a cada uno se repartía según su necesidad. Pero la filosofía de los hombres codiciosos ha hecho que se vea la comunidad de bienes cristiana como algo malo e impracticable, y al mismo tiempo han hecho ver que es bueno que unos vivan en la opulencia mientra otros viven en la miseria.

Y todo esto ha sucedido así para que se cumpla la profecía que así dice:

"harán lo bueno malo, y lo malo bueno".

Y éste es el mundo que vivimos y éste es el falso "cristianismo" que se ha impuesto en el mundo.

¿Pero qué pasará cuando seamos arrebatados al Paraíso de Jesucristo aquellos que hayan sido elegidos para la salvación?:

El Paraíso de Jesucristo será un Paraíso de delicias donde el principal alimento de los hombres y mujeres de buena voluntad será el bien común y el amor que obra por la misericordia. En el Paraíso de Jesucristo será nefasto, será de locos, querer vivir otra vez un mundo como éste, pues la igualdad, el amor y el reparto de los bienes con justicia y misericordia será la Ley..., y aquellos que quieran acaparar bienes para dejar a los demás en la miseria ya no existirán, habrán quedado como algo inicuo y falto de inteligencia, y esos seres serán vistos por todos como los animales más torpes de toda la Creación..., es más, ya no existirán.

Estamos llamados a vivir el Paraíso de Jesucristo, donde el amor y las cosas deliciosas se repartirán con misericordia, justicia e igualdad. Y sabiendo que las cosas serán así, es de lo más loco querer seguir viviendo este mundo injusto donde unos comen hasta reventar mientras otros se mueren de hambre. De estas cosas nos habló el apóstol Santiago, que así dijo a los ricos y sobre los ricos:

"¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia". (Santiago 5:1-6)

"Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?" (Santiago 2:5-7)