Pienso que la falta de experiencia, tal como menciona el tal Mariano Robles, es una causa enorme, la principal de hecho, pues nos hace cuestionarnos cosas que no podemos comprender, ya sea porque nuestra mente no está lista para eso o porque adolecemos de celeridad para juzgar escenas que no llegan íntegras a nuestra percepción. En muchas ocasiones desconocemos las razones por las cuales los padres toman sus decisiones, o incluso peor, en muchas situaciones ni siquiera sabemos si tuvieron la oportunidad de elegir y eso nos subyuga la razón y da cabida a ideas como la que presenta la chica del post.

Hay algo que me da curiosidad. He notado en mi experiencia de vida, que si bien todos tendemos a cuestionar a nuestros padres a lo largo de la vida, son las mujeres las más prestas a permitir que esas cuestiones degeneren en odio e incluso aberración. Ojo que no estoy afirmando que así sea sino que así se me ha presentado a lo largo de la vida: ex parejas, compañeras colegio, de universidad, de trabajo, parejas de amigos, conocidas... desde siempre se me ha presentado la relación padre-hija como la cosa más conflictiva y desequilibrada del mundo.

¿Se equivoca mi percepción?
¿Es una cuestión de machismo?
¿Pasa lo mismo en los hombres pero son menos propensos a expresar sus sentimientos?

No sé.

Bueno, en síntesis, todas esas cuestiones no son más que el resultado de la convivencia humana. Por un lado a los 19 años se ha vivido en el mundo muy poco como para cuestionarse si se es vil o no sólo por pensar mal de la gente que nos rodea y por otro no todas las decisiones que se toman ante el conglomerado de situaciones a las que la gente se enfrenta a diario son favorables y es lógico que algunas de esas decisiones que otras personas toman nos golpeen en la cara de frente.