Gracias Violetta.
El problema de ser el Rabino es el gorrito. Me puso muy nervioso porque es de carton duro y se me caia porque es chiquito y liviano y yo tengo cabeza grande. Se me caia siempre para la izquierda, parece que tengo la cabeza combada para esa parte. Trataba de ponerlo medio inclinado para la derecha pero apenas caminaba se me patinaba para el otro lado.
Estaba muy nervioso y ni miraba las cosas de la sinagoga pensando en el gorrito. Al rato los nervios me hicieron sudar y eso fue una solucion porque el gorrito se pegaba a la piel de mi frente amplia y se quedaba quieto. Siempre sin moverme bruscamente ni girar la cabeza porque se caia de nuevo para la izquierda; andaba como las modelos de modas que caminan duras y derechitas.
Yo pense’ que ponerle un elastiquito seria una solucion practica pero la sinagoga pareceria un cumpleaños de niños, con todos los gorritos como bonetes. En fin, si no usan una ventosa la solucion del sudor es comoda.
Si no fuera por eso, ser Rabino no me molesta.
Te mando un beso gratis. Importante para un Rabino es dar algo "gratis".
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Última edición por Dorogoi; 28-oct.-2015 a las 08:49
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Para los que pensaban que yo no tenía pajarito, se los presumo! Está dormido pero de que tengo, tengo.
Los pulmones de mi ciudad hoy amanecieron preciosos.
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Doro, te veías bastannnnnnte pontificio con el gorrito ése.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
-He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto; es un intento de colonización del otro. (Saramago)
No pretendo cambiar el mundo pero en el pedacito que me tocò pretendo hacer la diferencia..Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!