Cristo viene en un cerrar y abrir de nuestros ojos.

[Teológico]

Hermanos cristianos, he aquí un misterio que no debemos dejar pasar desapercibido. Quiera Dios que les merezca su atención tanto como a mi, ya que en su exposición resaltamos un aspecto desconocido para muchos, que realmente tiene su importancia.

-- Desde hace muchos siglos hemos esperado de parte de Dios el cumplimiento de la segunda venida de Cristo, como también de la resurrección de justos e injustos y la ascensión hasta el Señor de todos los que estemos vivos, para conjuntamente ser sometidos a juicio.

Ha pasado ya tanto tiempo, que los incrédulos nos cuestionan diciéndonos ¿Donde está la tan afamada venida de Cristo y la supuesta resurrección de justos e injustos? Y hasta nosotros, sin perder la fe de que tales hechos se darán, también nos preguntamos ¿Cuando será?

Solo sabemos por las Escrituras, que "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2Pedro 3:9). Como también sabemos por las mismas Escrituras, que antes de ese día habrá algunas señales que nos indicarán que el final de la espera ya está cerca (Mateo 24:3-42); pero sea como sea, ese momento es algo que está a la entera disposición de Dios, y no nos queda otra cosa que seguir esperando.

Más sin embargo, de lo que sí podemos estar seguros es, que si los que ahora vivimos, morimos sin que se hayan dado tales eventos, pues para nosotros inmediatamente a nuestra muerte se realizará la venida de Cristo y nuestra resurrección y la de los demás muertos, al igual que la ascensión a su presencia por parte de los que aún estén vivos en la tierra en ese momento.

Pero nos preguntaremos: ¿Y como puede llegar a ser eso?

Pues bien, todos sabemos que cuando dormimos un largo y profundo sueño, al despertar, salvo por el hecho de que nos sentimos reposados y de que sabemos que eso no se logra con cinco minutos de sueño, tenemos la sensación de que nos hubiéramos acabado de acostar, ya que no hemos sido conscientes del tiempo que ha transcurrido mientras dormíamos. Igual nos pasa, y con mayor intensidad, cuando "dormimos el sueño de la muerte", es decir, que cerramos nuestros ojos al morir, y por mucho que sea el tiempo que transcurra a partir de allí para la venida de Cristo y la resurrección de todos los muertos, para nosotros solo será asunto de un instante, o sea, de un cerrar y abrir de ojos, en razón de que verdaderamente no somos conscientes del tiempo que pasó, así este haya sido de cientos o de miles de años. Por lo que podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que acabaremos de morir, y para nosotros, acto seguido sonará la tan anhelada trompeta anunciando la venida de Cristo y llamándonos a resurrección.

Por lo que ¡ojo! hermanos, que Cristo no mentía ni podía mentir cuando decía que el fin ya estaba cerca. Rectifiquemos nuestros caminos, porque no es sino morir y seremos resucitados al "instante" para ser sometidos a juicio.

Ahora bien, tal vez este escrito pueda ser tomado por algunos como mera charlatanería, pero no debería ser así hermanos, ya que se los presento dentro de la mayor seriedad y después de un largo proceso de reflexiones basadas en las Escrituras. Lo que les cuento sobre la inconsciencia del tiempo al estar muertos, es una situación que forma parte de nuestra realidad, y que no fue otro sino Dios el que instituyó las cosas de esa manera. Es algo, insisto, que es real, y que no es una rueda suelta y sin importancia dentro de nuestro trasegar por la existencia, como tampoco lo es nada de lo que Dios ha permitido existir. Su importancia tiene. O de no hermanos, preguntémonos, ¿que otra explicación hay para el hecho de que Cristo haya dicho hace más o menos 2000 años que el fin ya estaba cerca? De ninguna manera podríamos decir que habló en términos de Dios, para el cual mil años es como una vigilia, ya que a lo largo de sus palabras él estaba instando, urgiendo a sus discípulos y demás a que rectificaran sus caminos porque el fin estaba cerca. Y si bien, insistirles para que rectificaran sus caminos era algo que tenía su importancia, también es cierto que no tenía mucho sentido urgirlos tan vehementemente por algo algo que les iba a suceder mil o más años después. ¿No les parece?

Y si decimos que lo que pasó fue que en un principio ese propósito de Dios se iba a dar muy pronto, pero que después pospuso el día final para dar tiempo a que muchos se salvaran, eso nos estaría indicando que dejó que su Hijo -La Verdad- afirmara algo que no se iba a cumplir, ¿luego no había un pleno acuerdo entre ellos? ¿no podía Dios en su omnisciencia haberle hecho saber que en un futuro pospondría dicha fecha?

En definitiva hermanos, podríamos basarnos en toda una serie de explicaciones sobre por qué Cristo instaba ante la "cercanía" del fin hace casi 2000 años, y todas se caerían por su propio peso. Mediten abiertamente en esta reflexión que les propongo, que es la única que pone al tan esperado "cerca", verdaderamente cerca de nosotros, es decir, ante un cerrar y abrir de nuestros ojos, o lo que es lo mismo, al morirnos. ¿Además hermanos, no les parece un inmenso consuelo de parte de Dios para nosotros los que anhelamos la venida de Cristo, que no más morimos, y "ya está" Cristo llamándonos con su poderosa voz para resurrección y juicio? Solo rectifiquemos nuestros caminos y cuidémonos de hacer las cosas tal como él nos mandó, porque es muy cierto que el fin está verdaderamente cerca.

NOTA: Por favor, cualquier cuestionamiento o cualquier necesidad de aclaración háganmela saber, que este tema, en mi concepto y espero que también en el de ustedes, tiene una gran importancia.