La palabra universo quiere decir, primordialmente, una sola versión, un solo verbo, una sola esencia. Qué cosa más profunda si dejamos ir esta idea tan lejos como pueda llegar. Desde el punto de vista de la ciencia, es cada vez más sustentado que toda la vida está conectada a través de un campo unificado, indivisible, que se parece más a un holograma -en donde una pequeña parte contiene al todo- que a partes separadas que conviven en un mismo espacio.

Las religiones y la gran mayoría de escuelas espirituales han hablado de lo mismo desde el inicio de los tiempos en conceptos místicos y relativos a Dios. Es decir, que si es verdad que somos una misma esencia, la herida que se propina en un lado, tarde o temprano llegará al otro, donde más nos duele.

Aunque pareciera que en la experiencia humana todo se trata de poder, éste se queda muy enano en cuanto se abre un espacio para pensar en la autoextinción. ¿De qué servirá el poder si se destruye la vida? A cualquier nivel y en cualquiera de sus formas, usted, yo y todos somos guardianes de la vida.

Estemos conscientes de sus leyes o no, éstas siguen rigiendo con total precisión; no conocerlas o ignorarlas no nos hace inmunes a sus efectos. Ser ciegos ante las cosas llamadas problemas que suceden una y otra vez como mensajes que nos intentan decir que estamos en desarmonía con la vida, es labrarnos una pesadilla por venir. Pensar que “el mundo queda tan lejos” es una idea vieja que, poco a poco, pero a pasos agigantados, se va transparentando para dejarnos ver que el mundo es, justamente, una sola versión.

Tal vez sea por eso que las separaciones y los segmentos se desdibujan cada vez más. Las clases sociales, raciales, espirituales están siendo retadas a salir de sus moldes y guaridas para caminar sus conceptos, y para hacer frente directo a las repercusiones de las elecciones que deshonraron la vida, aunque algún día fueran sembradas “lejos” de su jardín.

A nivel individual, podemos cooperar con la sanidad y curación de esta universión desde donde estemos. La simple noción de que todo es una extensión de nuestro ser es un excelente soporte de las decisiones que tomamos a cada momento. Porque así como lo que usted genere tiene su efecto correspondiente, aquello que es maravilloso de este campo al que pertenecemos también es suyo. Así que no mate la flor, ni el brillo ni la riqueza de cualquiera que no sea usted, porque al final es su propia expansión la que está en juego.

Tal vez destruyendo lo que cree que es una amenaza, usted se esté obstruyendo el paso al mayor éxtasis que haya imaginado jamás a través de las creaciones de los demás. Recuerde que su ego está diseñado sólo para poder vivir la ilusión de que usted está allá y yo acá, pero, por su bien y el de todos, aprenda a distinguir entre el funcionamiento de una tecnología perfecta y la verdad de cómo opera la vida.

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