Cita Iniciado por Setho333 Ver Mensaje
Honestamente no he conocido a un ateo( que no haya sido creyente) haciendo propagandas antireligiosas, eso más bien va en aquellos ateos que sí fueron creyentes por razones subjetivas.
Quizás exista alguno que por experiencia algunos conocieron y eso es lo que quiero saber,cuales serían sus razones?
Se me torna casi imposible encontrar a alguien que haya sido ateo toda su vida, lo pienso por dos razones: en primer lugar este mundo está plagado (entiéndase no como una plaga sino como presente en muchos lugares) de religión por donde quiera que vuelvas a ver y en segundo "Dios" es un concepto abstracto, con una serie de corolarios también abstractos, que difícilmente pueda ser manejado por la mente cándida de digamos un niño de 6 años. Dirán algunos que "esto no puede ser pues conocen a niños de 6 años sumamente religiosos (creyentes, fervientes, fieles, piadosos...)"... pasa aquí lo que dice intelectito abajo: "son conceptos (prejuicios suena muy prejuicioso) adquiridos", la verdadera noción de dios, o noción atea, no puede ser adquirida sino producto del estudio y la reflexión, mismas que pueden llevar a una misma persona por caminos distintos.

De lo anterior se puede deducir que en mayoría, y por amplio margen, los ateos en algún momento creyeron en algo o por lo menos estuvieron ligados, de manera directa o indirecta, a la creencia por medio de la religión. Yo percibo en los ateos militantes un cierto aire de grandeza: "soy más inteligente pues siempre que hago preguntas me topo con una sola respuesta: la fe"; "soy más inteligente porque la ciencia está de mi lado"; "soy superior porque a diferencia de los creyentes soy pragmático" o qué sé yo, un sinfín de ideas que podemos hallar en la doctrina anti-teísta aquí y por toda la red.

Otra razón puede ser la motivación de llevar a los demás a la verdad. Me explico: supongamos que la creencia ateísta es un rayo de luz y pensemos que existe un prisma que descompone esa luz en una paleta multicromática; coloquemos a los anti teístas del lado anterior del prisma y a los ateos comunes y corrientes del lado posterior, los segundos verán una multitud de colores y tendrán un espectro más amplio del imaginario teológico que mora en la mente del ser humano. Ahora bien, coloca también creyentes a un lado y otro del prisma: ¿Qué sucede? El rayo es la verdad (teìsmo para unos, ateísmo para otros), una única verdad inalterable que puede ser percibida desde innumerables perspectivas, mismas que motivarán a las personas a conducirse de cierta forma en el trinomio: (Dios/no dios + persona creyente + persona atea). Las personas del lado monocromático del prisma verán la siguiente fórmula:

(Dios/no dios + persona creyente + persona atea) = 1

Donde:

Para el creyente las variables serán éstas:
Dios/no dios = 1
Persona creyente = 1
Persona atea = -1

Y para el ateo serán éstas:
Dios/no dios = 1
Persona creyente = -1
Persona atea = 1

Un mismo resultado ante nociones diferentes.

Sin embargo, ante otra perspectiva, una de tolerancia, el resultado será 3 pues cada variable suma.

La susodicha y no premeditada fórmula basada en el ejemplo del prisma muestra también que "antis" hay también del lado de los creyentes.