Iniciado por
Azulynegro
Todos nos creemos héroes en nuestras películas. Tenemos nuestra caja de excusas que demuestran, sin ninguna duda, que nosotros tenemos muy buenos y morales motivos para hacer todo lo que hacemos.
Yo no tengo una de esas cajas de excusas. Sé perféctamente lo que hago bien y lo que hago mal, y cuando tomo el camino hacia las tinieblas lo hago perféctamente consciente de lo que estoy haciendo y del daño (potencial o real) que causo o voy a causar a otros.
Esta mañana he vuelto a pensar en divorciarme de ella. Ella es muy "ordenada", y por "orden" debemos entender que nos referimos a que todas las cosas de la casa esten guardadas en armarios y cajones, independientemente de que estén en el cajón correcto o que estén o no preparadas para ser guardadas en el armario.
Ha sido suerte, simplemente suerte, que hoy haya podido ir a trabajar con una camisa planchada. Yo soy quien plancha en casa, además de ser quien hace la colada. Por ello, si las camisas que estan secas desaparecen de la barra donde las cuelgo, quizás no sepa que hay que plancharlas, que es justo lo que ha ocurrido esta mañana.
Pensarás que soy muy exagerado pensando en divorciarme porque ella guardó las camisas sin planchar, pero es que me paso la vida pidiéndole por favor que no toque mis cosas, o que al menos me lo diga de antemano. Son todas estas pequeñas cosas, acumuladas, día tras día, las que hacen que quiera divorciarme de ella.
¿Y por qué no lo hago?...
Odio decirlo, pero creo que el motivo es la comodidad. Y también creo que es éste mismo motivo el que lleva a muchas personas a seguir casadas. A veces vemos a viejecitos sentados juntos en el parque y pensamos "¡que romántico!". Yo conozco a una de esas parejas. Duermen separados y no se han divorciado por la costumbre y el "que dirán". En realidad se sientan juntos pero no se hablan. Son autómatas, personas derrotadas que solo encuentran alegría a través de la vida de sus hijos o nietos los cuales, en muchas ocasiones, mienten sobre sus propias vidas para evitar que ellos sufran, cerrando un eterno círculo de miseria.
Quizás yo me convierta en uno de esos viejecitos.
Sé que no debo quejarme. Al menos no soy preso de una hipoteca compartida como lo son muchas parejas, con ellos dándose carte blanche para ser violentos o ellas accediendo a licencias para convertirse en pequeñas dictadoras.
A veces pienso que ocurriría si las personas pudiésemos divorciarnos sin pasar traumas. Creo que muchísimas personas lo harían. Imagina que pudieras divorciarte sabiendo que tu ex pareja no te haría la vida imposible, que tus amigos actuarían como si nada hubiese pasado, que pudieras tener a tus hijos y a tu nivel de vida justo como antes. ¿Lo harías?
En mi caso, desde el punto de vista financiero mi vida no cambiaría. De hecho, muy posiblemente mejoraría, ya que la gran mayoría de los ingresos se originan en mi, y la gran mayoría de los gastos se originan en ella. Viviría en un apartamento mucho mas pequeño, y haría muchos menos gastos que considero innecesarios.
El problema es "social". Sé que si me divorciara tendría que dejar de hablarme con mi madre, que adora a mi esposa. Sé que me sometería a una presión brutal. Y también sé que mi esposa buscaría soluciones molestándome constantemente con ideas para recuperar el pasado, como si no estuviera cansado ya de decirle las cosas que odio, cosas tan "extrañas" e "incomprensibles" como "no cambies mis cosas de lugar" o "no respondas negatívamente antes de escuchar una idea" o "no cambies de opinión sobre cosas muy importantes después de haberte dejado claro que son importantes y debes pensarlas con calma" o "no impongas tu opinión sobre cosas que desconoces, sin aprender sobre éstas previamente".
Mi esposa nunca entenderá el motivo real de mis infidelidades. Mis infidelidades son puertos de calma en las horribles tormentas de mi matrimonio. Y si, disfruto enórmemente del sexo con ellas, pero si solo fuera por sexo seguramente no lo haría. Cada vez que tengo a una bella y joven mujer abrazada a mi me valida como hombre, hace que me sienta que no estoy tan lejos de la libertad, de la felicidad. Me permite fantasear con una vida diferente, una vida que tuve en el pasado y que quizás podría recuperar en el futuro.
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