El libro principal es el diario donde se asientan las operaciones. Si te equivocas ahí, porque no reflejas bien la operación o la llevas a cuentas contables inapropiadas te equivocas en el resto de libros. Antes de que existieran los ordenadores los contables hacían el libro diario, el mayor, balance de situación, pérdidas y ganancias, de sumas y saldos, balance de comprobación... todo a mano y si había un descuadre pues tenías que puntear todo, así que ya te puedes imaginar. Hoy en día con las aplicaciones informáticas haces el asiento en el diario y automáticamente se generan el resto de libros porque los programas están configurados para ello.
Ganas en mucha velocidad de trabajo. Eso sí, si sabes manejar el programa pero no sabes contabilidad, ni sabes enfocar contablemente una operación , ni sabes interpretar balances aunque ni siquiera tu hayas hecho esa contabilidad en realidad no sabes. Además el programa no te vale para nada porque te vas a equivocar si lo haces mal, más rápido pero te equivocas igualmente.
Por eso es conveniente cuando alguien aprende no ayudarse de los programas, sino hacer las cosas a mano e ir asentando en el libro correspondiente las operaciones y cuadrar. Más tarde cuando ya sepas más o menos te ayudas de los programas, claro, porque hoy en día nadie lleva las cosas a mano. Además, las sociedades por poner un ejemplo, al menos en España los impuestos son obligatorios presentarlos telemáticamente y los libros también se presentan así, aunque de momento esto último no es obligatorio, pero todo se andará.
Nos hemos desviado un poco del tema no?