El cuento de la pobre niña feucha, dientuda, flaca, desgarbada, alta, despeinada a coscorrones, etc., bien. Tiene su miga, pero como en este foro hay sicólogos y la lcda. quiere ahorrarse alguno, se lo dejo para ellos. El de Pana, aunque se haya olvidado de uno, no pasa nada, es brillante. Y releva en su ejemplar tiro elevado -rareza de futbolista retirado-, los en última instancia enfrentados aspectos, métodos, fineza, conceptos, vamos a ponerle el nombre que cada uno quiera, que tiene esta cosa que llamamos vida: el poder individual, personal, la varita mágica sobre alguna cabeza brillante -sobre lo que no dudo ni un centímetro-, con capacidades excepcionales de construcción. Y el poder colectivo, la aparición de desapariguts, los oscuros olvidados, que con sus pequeños y no tan refuslgentes aportes, van construyendo lo que, al final será el mundito un poco menos turbulento, para sorpresa de la coca cola y sus sedientos bebedores.
En fin. Amigo Pana, uno descubre cosillas con usted.
Ya volveré, apenas he gastado unos pocos metros.
Chau.