LOS RIESGOS DE PRACTICAR YOGA



Mucha gente practica Yoga, pero desconocen por completo los riesgos que esto implica.
La Iglesia Catolica nos advierte de estos riesgos. Veamos lo que nos dicen.



1. El Presbítero Manuel Guerra, un importante investigador de las sectas, afirma que es un riesgo “suprimir la conciencia”,
“el yoga consiste en impedir que la conciencia/pensamiento tome formas diversas”, o sea, en la “cesación de la actividad mental”.


2. El Presbítero Alfonso Uribe Jaramillo considera: “El yoga puede ser instrumento válido para el hindú que busca con sinceridad la salvación
y no ha conocido la verdad revelada por el Verbo de Dios. Pero para el cristiano, es un camino erizado de peligros y, a la larga, si no lo aparta de Jesucristo,
lo llevará a una gran confusión, pero no a la verdadera perfección cristiana”.


3. El Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: “El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú.
Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo.
El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’. Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?”.


4. El Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, ubican al yoga como parte de las muchas prácticas de la New Age,
al tiempo de cuestionarla como forma de “iluminación”.


5. Ana Paula Domínguez y Marco Antonio Karam (Director de Casa Tíbet México), reconocieron juntos en el programa radiofónico “¿Qué tal Fernanda?”, en 2004,
que el yoga puede presentar un riesgo para quienes lo practican, debido, en parte, a que en México existen numerosos institutos o escuelas no autorizados para enseñarlo.


6. Existen ya testimonios de posesiones demoniacas, parciales o totales, en personas que practicaron el yoga y luego se involucraron en practicas ocultistas
como el espiritismo y gnosticismo.



Así, yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles. ¡No diga ahora… que no sabía!.



Veamos ahora otras fuentes que nos advierten de los peligros de hacer Yoga.


7. Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del yoga:
“A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada
pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”. Fuente: Swami Prabhavananda, Yoga and Mysticism (Hollywood, CA: Vedanta Press, 1972), 18,
citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 604.


8. Muchos yoguis advierten que la práctica del yoga puede poner en peligro la cordura de una persona. Al describir el despertar del “kundalini” (el poder de la serpiente enroscada),
Gopi Krishna registra su propia experiencia de la siguiente forma: “Fue variable durante muchos años, dolorosa, obsesiva… He pasado por casi todas las etapas de … tipos de mente:
mediúmica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”. Fuente: Gopi Krishna, The Awakening of Kundalini (New York: E.P. Dutton, 1975), 124,
citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 608.


9. En 1972 un prominente neurofisiólogo de Oxford, W. Ritchie Russell, publicó un artículo (14) en la British Medical Journal argumentando que, aunque es raro,
algunas posturas de yoga amenazaban con causar derrames cerebrales, incluso en personas sanas relativamente jóvenes. Russell encontró que las lesiones cerebrales
surgieron no sólo de un trauma directo en la cabeza, sino también de los movimientos rápidos o extensiones excesivas del cuello, como ocurre en el latigazo cervical –
o ciertas posturas de yoga. Normalmente, el cuello puede estirarse hacia atrás 75 grados, 40 grados hacia adelante y hacia los lados 45 grados, y puede girar sobre su eje
alrededor de 50 grados. Los practicantes de yoga suelen mover las vértebras mucho más lejos. Un estudiante en nivel intermedio puede fácilmente rotar su cuello 90 grados –
casi el doble de la rotación normal.


10. En los últimos años, los reformistas en la comunidad del yoga han comenzado a abordar el tema del daño inducido por el yoga. En un artículo del 2003 en el Yoga Journal
Carol Krucoff -una instructora de yoga y terapeuta que trabaja en el Centro de Medicina Integrativa en la Universidad de Duke en Carolina del Norte- reveló sus propias luchas.
Dijo ser grabada un día para la televisión nacional y después haber sido instada a hacer más, levantar un pie, agarrar su dedo gordo del pie y estirar la pierna en la prolongación
de la pose de la mano al dedo gordo del pie. A medida que su pierna se estiraba, ella sintió un chasquido repugnante en su tendón de la corva. Al día siguiente, apenas podía caminar.
Krucoff necesitó terapia física y un año de recuperación antes de poder extender completamente la pierna de nuevo. La editora del Yoga Journal, Kaitlin Quistgaard, describió volver a lesionarse
un desgarro del manguito rotador en una clase de yoga. “Yo he experimentado cómo el yoga puede curar”, escribió. “Pero también he experimentado cómo el yoga puede hacer daño –
y he escuchado lo mismo de un montón de otros yoguis”.




Tengan cuidado hermanos.