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Tema: Etapas de la vida, etapas de la muerte.

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  1. #1
    Fecha de Ingreso
    15-marzo-2012
    Ubicación
    Colima. México.
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    1.733

    Lightbulb Etapas de la vida, etapas de la muerte.

    Hola, reciéntemente estuve meditando e investigando este tema y deseo compartirlo. Como siempre, el lector tiene la última palabra.


    Sabemos las etapas que tiene la vida, en los seres biológicos, como son: Nacer, crecer, reproducirse, decaer y morir.


    Pero las etapas que tiene la muerte. No son tan conocidas. Sin embargo podemos colegirlas a través de los indicios que tenemos a través de la literatura bíblica, experiencias después de la muerte sufridas por personas que las relataron, sucesos en la vida cotidiana que nos hablan de aparentemente haber vivido en sueños o en la realidad experiencias extrañas, anécdotas contadas a través de la hipnosis como las expuestas por Brian Weiss, etc. etc.
    Auxiliándonos con las herramientas esotéricas apropiadas, podemos utilizar el principio de correspondencia que nos dice:

    «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.»
    El Kybalion.


    Y a la luz de ella, podemos penetrar con nuestro espíritu intelectual e imaginativo, aplicando que así como en el periodo de la muerte, también existiría el mismo ciclo, semejante al conocido aquí en lo referente a la VIDA terrena, como lo sería similar al ciclo de la muerte. Así, al morir, uno nacería en aquella dimensión de la muerte, se crecería en ella, se reproduciría (en obras espirituales), se decaería y consecutivamente se moriría en esa dimensión de la muerte, pero se nacería en la dimensión de la vida. En donde consecutivamente de nuevo se crecería, maduraría, se reproduciría, decaería y moriría en tiempo de la vida, para nuevamente nacer o retornar a la dimensión de la muerte.
    Y ello ocurriría así, como habría ocurrido en el pasado y ocurrirá en el futuro, hasta que lleguemos por nuestro y digno esfuerzo, al establecimiento de la perfección aceptable que Dios desea que nosotros como sus queridos hijos lo logremos, para finalmente alcanzar la resurrección y la vida eterna en el Reino de los cielos.


    La Biblia en los Evangelios sobre todo, nos habla continuamente de la forma fehaciente de las situaciones que se suceden en la dimensión de los muertos, especialmente en las dos primeras etapas, de lo que sucede en el momento de la muerte y de la forma en que existe un crecimiento y perfeccionamiento (paralelismo a reproducción) espiritual, pero muy poco en los relatos de como decaen los seres en la dimensión de la muerte y como mueren en ella, para renacer a la dimensión de la vida.


    Estas dos primeras etapas la podemos observar principalmente en las parábolas que nos relataría nuestro Maestro Jesús, de donde podríamos tener un cuadro muy fehaciente y de primera mano, de los sucesos que acontecerían constantemente en esta dimensión.


    Por ejemplo: En la parábola del rico Epulón y Lázaro (Lucas 16, 19-31)
    En el podemos observar la sorpresa que toda persona que se encuentra fuera del conocimiento de las cosas de Dios, puede hallar. En primer lugar una sorpresa ante nuestros ojos, al nacer en la dimensión de los muertos y encontrar que las cosas no son como existen en la Tierra. Las leyes que imperan en ella, son otras.


    Y en ella también, nos veríamos atados a determinadas situaciones desde el nacimiento. (Como sucede aquí con nuestros padres, nuestro cuerpo y sus ventajas y deficiencias, el medio geográfico en el que nacemos, lengua, economía, etc.). En la dimensión de los muertos podemos renacer de una y mil formas de condiciones y situaciones, todo proyectado de acuerdo a nuestras acciones previas que realizamos en la vida de lo real. Y como aquí, atados infaliblemente a una dimensión.

    Pero existe una gran diferencia.

    Nacer en la carne, nos trae espiritualmente un tremendo olvido debido al decaimiento natural de nuestro débil espíritu que hemos sufrido en la dimensión de la muerte, acompañado por el velo que nuestro nuevo cuerpo y cerebro que se nos presenta y ante los cuales tenemos que adaptarnos a través del intermedio del alma para lograr su adaptación a nuestro espíritu. Un cuerpo, en el cuan tenemos que empezar nuevamente a saber desenvolver nuestras habilidades posibles en el, para tener control de nuestros movimientos, el desarrollo de nuestros sentidos físicos, la utilización del nuevo cerebro con su nuevo hardware ( estructura física cerebral), en el cual debemos acomodar nuestro software ( Nuestras esencias de habilidades, virtudes y defectos que tengamos en nuestro haber espiritual o tesoros en el cielo) y con todo ello, adaptarnos a nuestro nuevo desarrollo estructural físico, y vivir en el mundo, el cual Dios nos ha dado para ADQUIRIR NUEVAS EXPERIENCIAS, que solo este medio de realidad es capaz de proveerlo tan fuerte y afincadamente, debido a las condiciones tan vivas, que el mundo tiene. Esta, verdadera escuela, con todos los fustigantes, e incluso, fuerzas del mal, las cuales nos obligan a adquirir mayor capacidad para superar los obstáculos y defendernos de las mismas fuerzas del mal y con ello, elevar nuestras capacidades. En la dimensión de los muertos, no tiene esta “vida”, este fuerte impulso que el mundo material nos brinda. La dimensión de los muertos, más bien, al final, nos induciría a un largo estado de somnolencia eterna, lo cual obviamente, no tiene sentido de vida. Y por ello es imperativo reencarnar. Solo los espíritus cerrados se atrapan en su egoísmo en estas dimensiones y no evolucionan, todo lo contrario, involucionan quedando atrapados en la dimensión de las fuerzas del mal, el infierno, el bajo astral, etc.


    CONTINUARÁ...
    Última edición por Ulsr; 22-ago.-2014 a las 21:52

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