Cita Iniciado por Estrella_fugaz Ver Mensaje
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Después de darle tanto placer a mi boquita (bocota ) comiendo y bebiendo de lo lindo; charlando y leyendo en voz alta algunos pasajes del libro, Lunas de Estambul, doy muestras de vida.

Voy a dejar un fragmento de este libro que me está gustando mucho: entre una retórica preciosa, paisajes en sepia de principios del siglo XX de la Ciudad de México, y el baúl de mantas, manteles y sábanas bordadas -todo hecho con placer y amor- por la novia turca que se viene a casar a México:


"Olas mansas acariciaban la quilla del vapor Lafayette acercándolos suavemente a tierra como si fueran los brazos apacibles, pero resueltos, de la madre que pone a su bebé en la cuna. El vaivé era suave, prudente; la entrada del navío cansado en las tibias aguas mexicanas era acogida por el viento que parecía bendecir el arribo de algunas de las almas desorientadas que, con ojos impacientes, escudriñaban la nueva tierra".

(...)

"La comida era música y poesía de sabores. Estos eran misterios y magia ligados a las festividades y ocasiones especiales que se descubrían en sus efluvios, y los aromas que nacían en la cocina de la familia Ezkenazi hacían saber que era un día especial".




Continúo más tarde, voy a buscar otros fragmentos que me encantaron.






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Hola Estrellita. Quedamos a la espera de más de esos efusivos fragmentos.