.
Deja que en verano las palabras se levanten en mariposas, porque ellas, como hijas de la lluvia, son las flores ambulantes de los caminos; deja en ese tiempo de aguaceros que en las milpas las mazorcas te ofrezcan, entre el humo del copal y la oración, palabras de gratitud en las primicias
Cuando llegue el otoño y los árboles desprendan sus hojas al vaivén del viento, deja que estas palabras besen con ternura la piel del suelo, pues nunca las palabras sobre la tierra han sido el sepulcro de los hombres.
Jorge Cocom Pech
*
Última edición por Estrella_fugaz; 27-ago.-2014 a las 09:42
.
Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.