No será cual estirpe, princesa del Toboso,
ni tampoco en el lienzo, bella maja desnuda
mas en mi cuerpo suelo sentir su ser glorioso
y de su amor la fiebre, ¡del gozo que me anuda!
Y quiero dar placer a mi encumbrada dama,
besar su cuerpo entero, dejar mi partitura
la huella de mi nota, mi enjundia, mi proclama
besando sus cerezas, atado a su cintura.
Ella transpira el mar y yo transpiro el cielo
yo me visto de sol, ella, en cambio, de luna
y libo de sus pechos el dulce caramelo
gozando del sabor de toda la aceituna.
Ella concibe el grito, tras mágico desvelo,
y exhala su sonrisa, ¡gozando cual ninguna!.