DE CUANDO PEPE ANDUVO EN UNA TRAQUINA DE ENTIERRO

Cayó malita Dolorcitas Calcines, una comadre y vecina de Pepe Monagas, casada ella por la iglesia con Victoriano el Guerde, costero viejo de aquí , del Risco, que ya no iba al Moro (a pescar en el banco saharaui) sino de uvas a brevas.
No era vieja Dolorcitas, pero tiró a aflojar hasta que a menos de un año estiró la pata sin que los médicos supieran descubrir su mal.

Victorianito el Guerde lo sintió como nadie lo imaginaba.
Con una gorra negra enterrada hasta las orejas y
las solapas subidas, se metió en una esquina del velorio
tan descocido y tan mollar que fué una admiración
en todo el barrio.
-Le doy el pésame, patrón ..,.-se acercaba un vecino.
Victoriano' levantaba lento la cabeza., miraba arrente de la
visera y decía dramático, con la boca más amarga que una retama:
;~ "¡Hay que jeringarse, mi amigo!"
.--"Pasensia, usté Vitorianito"- consolaha una vecina
sentada en el suelo, limpiándose el llanto en la nariz~.
¡No somos na, querío!.

En un aparte trincó el viudo a Pepe:
"Mano Pepe, hágase cargo... Yo ,estoy, ya pa tumbar
atrás, y maldita la magua que me quea. Si usté me
jisiera el favó de ocuparse usté de too lo al respetive
del intierro y eso... Esa no es marea pa mí".


-¡Sús, compadre Vltorlano, ni hablar del asunto..
no se ocupe y déjelo de mi cuenta.


Monagas apalabró el entierro con la funeraria del barrio, y escogió una caja tan sencilla que si le quitan lo negro y le meten dátiles hubiera servido que da gusto pá su oficicio en una tienda.
Convino el precio y la forma de pago, sin más detalles, y salió andando.
Lo llamó desde la puerta el funerario que enredado en el regateo no precisó detalles:

- Oiga, Pepito ... ! Sí, a usted ...
- Diga...-contestóle de lejos Pepito.
-¿Y los paños y las velas, cristiano?
~¿Los paños y las velas ... ? Mire, déjelo ¿oyó?. Mi comadre va a remo...