De profesión: Abogado.

[Zamiel]

Bueno, en realidad hice un curso a distancia de trucos de magia, El papelucho que me dieron era muy parecido a un diploma, y una cosa llevó a la otra.

La leyes son un rollo, y si alguien pregunta ya le puedes decir lo que se te ocurra en el momento que nadie se va enterar si eres un lechuguino o un astronauta.
Eso si, es conveniente aprender de memoria unas diez citas en latín, pues al fin y al cabo se basan nuestras leyes en el derecho romano. Si fuera en el chino ya sería más complicado.

Monté mi despacho en una especie de montacargas abandonado. Aún así quieren cobrarme alquiler. Contraté a una secretaria, que por cierto no para de quejarse porque nunca ha cobrado un euro. Poca vergüenza tiene, al menos le he dado trabajo. Yo tampoco cobro, todos mis clientes están en la cárcel.

El caso es que en tiempos como estos que tan duros son, haciendo un esfuerzo que por poco me hacen levantarme de la silla. Ofrezco un puesto de trabajo. Pero no lo voy a poner sencillo. Quiero un currículum al menos de 200 páginas, a que jode.
Lo bueno es que mejor dejáis las páginas en blanco porque no tengo ni papel para fotocopia. Y además tampoco pensaba leerlas. No tengo tanto tiempo, me pasó todo el día mirando a la secretaria.

Bueno ya os cuento más…

[Nietzscheano]

Tengo una amiga que anda buscando trabajo. Te adjunto su curriculum.

[Zamiel]

Me gusta, eso es precisamente lo que busco, personas con kultura. Y si tienen eskultura mejor que mejor. Dile que me mande los 200 folios. Ah, y el sello, pero mejor dentro de la carta, que si no me lo joden. Y sobre todo que no escriba nada, que después el folio no me sirve.

PD: La foto tiene que ser desnuda, porque la ropa paga IVA.

[SUPERVIAJES]

Tengo una amiga que anda buscando trabajo. Te adjunto su curriculum.

Me gusta, eso es precisamente lo que busco, personas con kultura. Y si tienen eskultura mejor que mejor. Dile que me mande los 200 folios. Ah, y el sello, pero mejor dentro de la carta, que si no me lo joden. Y sobre todo que no escriba nada, que después el folio no me sirve.

PD: La foto tiene que ser desnuda, porque la ropa paga IVA.

Jajajajajaja... A esa mina ni la contraten. Yo la despedí de mi negocio porque quiso organizar un sindicato y decretar una huelga de piernas cerradas exigiendo un aumento imposible de sueldo... Es mala la tía...

[Zamiel]

Mi secretaria se llama Esther, Esther Colero para más señas. Licenciada en económicas, cuatro master, tres idiomas, y prepara una cátedra para la Universidad de Alabama, que es donde vive su hermana. A mi me gusta rodearme de gente preparada, así no se nota mi absoluta falta de preparación.

Pagar, no le pago mucho, no se vaya a acostumbrar. Pero en este negocio tienes grandes perspectivas. De hecho estoy pensando en nombrarla jefa y que sea ella la que me pague a mi.
Lleva las cuentas (deudas todas), el Pc, la máquina del café, el teléfono y la limpieza. En el tiempo que le queda libre me plancha la ropa.

Mi destreza en el mundo del Derecho sube como la espuma. De hecho gané el último juicio. El primero que gano tras perder todos los demás.
Defendía al famoso gangster Luca Bronasso. Lo habían detenido por una infracción de tráfico, pero yo pude demostrar fehacientemente que no pudo ser él, porque a esa misma hora estaba asesinando al malvado mafioso Khalem Palmado. Así que no les quedó otra que declararlo inocente:
¡¡¡TOMA YA!!!.
Cierto es que al poco fue condenado a la silla eléctrica por ese asesinato, pero yo no llevé su defensa en esa ocasión, así que poca culpa puedo tener de su desgracia…

[Zamiel]

Pues como os iba diciendo contraté a un pasante, aunque luego resultó ser un pasota. Me lo recomendó mi secretaria aduciendo que era un “manitas”. De hecho le metía mano a tó lo que se menea.

Era italiano, Tomasso decía llamarse, Tomasso Bajozzo.
Me cayó mal desde que se presentó. Luego lo fui conociendo, y entonces me cayó peor.

-TOMASSO: Bueno, ¿sabe usted?, quiero el divorcio.
-YO: ¿Cuánto tiempo lleva usted casado?
-ÉL: Todavía no me he casado, pero soy muy previsor.
-YO: ¿Qué alegará para divorciarse?
-ÉL: Mi mujer cocina fatal.
-YO: Eso tiene fácil arreglo, coma Vd. fuera.
-ÉL: No puedo pagármelo, por eso venía a hablarle de trabajo.
-YO: De acuerdo, pero no trabajaré para Vd por menos de 200 semanales.
-ÉL: No, yo soy el que quiere un trabajo.
-YO: Pues póngase a trabajar y déjeme en paz. No ve que estoy ocupado con este maldito crucigrama.
-ÉL: Creo que no me comprende, yo no quiero trabajar, solo quiero tener un trabajo.

Y así fue como lo contraté. De entrada lo puse a seguir ambulancias pues en ellas van los accidentados, y cuanto más accidentados estén mejor, realmente yo los prefiero medio muertos. Así me quedo con todo el dinero que logre sacarle al Seguro.
Pero el muy patán me dijo que las ambulancias corrían mucho, y que se puso a seguir ancianas que corren menos. Aún así no logró alcanzar a ninguna.

[Zamiel]

Otro día cualquiera…

Pasante: Eh, Miss Colero, adivine qué tengo ahí fuera.

Secretaria: ¡Chsss! El jefe está ocupado.
Pasante: Bien, pues despiértele. He conseguido un cliente.

Tom: Le he oído, Tomasso. ¡Que ha conseguido un cliente! A mí no me mienta.
Pasante: Jefe, le aseguro que no le estoy mintiendo. Le traigo un cliente.
Tom: ¿Un cliente? Rápido, Miss Colero, mis tirantes. Y quite esos roscones de mi máquina de escribir. Enséñeme a ese cliente. O mejor no, déjelo. Hágale pasar y ya le enseñaré yo.

Pasante: Ya puede pasar.
Casero: Gracias.
Pasante: Este es mi Jefe, Tom Terías. Jefe, este es nuestro nuevo cliente, Mr. Noseque.
Casero: ¿Es usted Mr.Terías?
Tom: Eso es exactamente lo que dijo la última vez que vino aquí. Estoy de usted hasta las narices.
Casero: Así que usted es Mr. Terías. Ahora atienda un momento : no voy a volverle a repetir lo de ese alquiler...
Tom: Es un alivio. Estoy contento de que por fin haya adoptado mi punto de vista. Este puede ser el principio de una hermosa amistad,

Casero: Si pagasen el alquiler le dejaría en paz.
Pasante: Si pudiéramos pagar el alquiler, nos iríamos a otra oficina.
Casero: Escuche, Sr. Terias. Estoy harto de Vd.. Su amigo me dice que es usted rico y yo quiero mi alquiler.
Tom: Así que le dijo que yo era rico, ¿eh? En fin, no es más que un soñador. ¿Y no lo somos todos en cierta medida todos? Escuche, Noseque, yo no le culpo. Usted sólo cumple con su deber. No es más que un simple diente en manos de un sacamuelas, una persona limpia, a pesar del aspecto de su camisa. ¿Qué tal lo estoy haciendo,Tomasso?
Pasante De maravilla, jefe. Me parece que le está convenciendo.
Casero: Por última vez, ¿me va a pagar el alquiler o no?

(Suena el teléfono.) Perdone, Mr. Noseque. Es el teléfono (otro acreedor, pero disimula):
Hola... ¿Me oye?... Yo también le oigo. Ah, así que es usted, Astonmartin. ¿Cuántas veces tengo que decirle que no me moleste en horas de oficina? ... Que quiere que yo represente a su compañía de ferrocarril... Bueno, ya sabe usted mis condiciones. Envíeme inmediatamente un anticipo de cinco mil. Ah, y mandemelo con su esposa
Pasante (susurrando): ¿Lo ve usted, Mr. Noseque? Todo el mundo va tras él y usted dándole la tabarra con una menudencia como lo del alquiler.
Casero (susurrando): Bien, es probable que me haya mostrado un poco impaciente.

Tom: Escúcheme, no consideraría siquiera su propuesta si no estuviera enamorado de su mujer. Pero como lo estoy, me lo volveré a pensar. Le diré lo que voy a hacer: lo consultaré con la almohada. Ella le llamaré por la mañana. Adiós.

Casero: Bien, no tenía idea de que tuviera entre manos casos tan importantes. Será mejor que vuelva en otro momento que no esté usted tan ocupado.
Pasante: Eso está bien. Y mejor todavía si no vuelve más.

Se va el casero con la música a otra parte…

Tom: Las estadísticas dicen que en esta ciudad hay unos ocho millones de personas. Dos millones pasan a diario por delante de esta oficina. ¡Y de esos dos millones, usted ha tenido que ir a elegir al casero para traerlo aquí! ¿Tiene algo que alegar en su defensa?
Pasante: Que me podría subir el sueldo.

[Zamiel]

Al siguiente día:

(Tecleo de máquina de escribir; suena el teléfono.)
SECRETARIA: Oficina de los abogados Corvayraja... ¿Mr. Terías? No, no ha
llegado... ¿Que le devolvieron el cheque? Debe tratarse de una equivocación. Se lo diré.
(Cuelga el teléfono... Vuelve a teclear... Se abre la puerta.)

Buenos días jefe. El casero ha vuelto a llamar. Quiere que le pague su alquiler.
TOM: ¿Que tengo que pagar su alquiler? Si no puedo pagar ni el
mío. ¿Alguna otra llamada?
SECRETARIA: Sí, llamó el de la lavandería. Han devuelto el cheque que usted envió.
TOM: ¿Que lo han devuelto? Perfecto, coja ese cheque y envíeselo al casero.


(Se abre la puerta.)
PASANTE: Buenas noticias jefe
TOM: La única buena noticia que podría darme sería la de que se ha colgado usted de un pino.
PASANTE: No me entiende. Tengo otro cliente.
TOM (nervioso): ¿Un cliente nuevo? ¿Dónde está? ¿Por qué no entra?
PASANTE: No puede. Está un poquito inconsciente. Va a tener usted que salir y ayudarme a mantenerlo en pie.
TOM: ¿Mantenerlo yo? Que vaya a ver a mis acreedores. Me están manteniendo desde hace diez años. Hay que traerlo aquí
PASANTE: Está bien. Lo traeré a rastras.

(Se abre la puerta.)
PASANTE: Bueno, aquí traigo a este vejestorio, jefe. ¿Dónde lo pongo?
TOM: Póngalo en esa silla. Lo veo bien para ser un vejestorio.
PASANTE: Yo también lo veo bien. Estuve buscando un vejestorio así todo el día.
CLIENTE (resoplando): Caballeros, no me gusta que me llamen vejestorio.
PASANTE: Vale, vale, entonces le llamaré viejo cascarrabias.
CLIENTE: Me llamo John Smith.
TOM: ¿Es usted el capitán John Smith? ¿Y cómo está Pocahontas?, Esther envíe esa factura al capitán John Smith. Capitán, ¿lleva usted algún sello encima?
PASANTE: Buena pregunta, jefe. Si lleva algún sello encima no tendré que cargarlo más, podemos enviarlo a casa por correo.
CLIENTE: Por favor. Estoy aquí por un asunto de negocios. Iba a ver a mi
banquero, aquí al lado, cuando me tropecé con su pasante.
TOM: ¡Pues ya es mala suerte la suya!



CLIENTE: Muy bien, le leeré mi testamento: «Yo, John Smith, en posesión de mis facultades mentales...».
TOM: Así que en posesión de sus facultades, ¿eh? Bien, eso es lo primero que habrá que descartar.
PASANTE: Vale, yo quiero tres.
TOM: ¿Tres qué?
PASANTE: Tres cartas.
TOM: Muy bueno, eso está muy bien. Aquí tiene, tráguese este pañuelo y así
nosotros también le podremos descartar.

CLIENTE: Si no les importa, proseguiré con la lectura...
«Un millón de dólares en efectivo, que YO ... »
TOM: ¿Tiene usted un millón de dólares en efectivo? Tomasso, el capitán Smith es nuestro invitado. Saque la mano de su bolsillo.
PASANTE: ¡Ja, ja, ja! Ha sido una pequeña equivocación, jefe. Su traje se parece mucho al mío y creí que era mi bolsillo.
TOM: No le haga caso, capitán. Siga con el testamento.

¿Quién será el misterioso personaje? ¿Porqué se fía de ese par de sinvergüenzas?, y sobre todo ¿Saldrá con bien de tan desafortunado encuentro?.
No se pierdan el próximo capítulo de esta apasionante historia que ni yo mismo sé como continuará…

[Violetta]

Como me he reido, buenisimos todos Zami

[Zamiel]

Como me he reido, buenisimos todos Zami

Ya me había ovidado de esto, mañana te pongo el próximo capítulo.