La lección mas importante que recibí a los 20 fue tomar el control de mi vida.
Tenía por aquel entonces una novia formal, trabajo con ahorros, un piso compartido, y mi cochecito y moto de segunda mano. Me iba mucho mejor que a muchos porque obedecía las normas sociales.
Ese verano varias cosas ocurrieron, siendo una de éstas el que una persona muy importante en mi vida muriera en un trágico accidente que podría perféctamente haber sido el mio.
Descubrí entonces que la vida es demasiado corta y decidí no envejecer nunca mas.
Vendí o regalé todo lo que tenía y me quedé solo con alguna ropa y algo de dinero. Me fuí a vivir a otro pais, y luego a otro y luego a otro. Me eduqué, aprendí idiomas, y tuve increibles aventuras de todo tipo, y siempre tuve en mente ésta premisa: Cuando se trate de mi vida, nunca negociaré mi felicidad.
Mi consejo para tí es el siguiente: Intenta recordar el niño/a que fuístes y lo que querías hacer en aquella época. ¿Qué carro querías? ¿que tipo de pareja querías? ¿que trabajo querías? ¿dónde querías vivir?...entonces, haz lo posible por obtener todas esas cosas sin negociarlas. Recuerda, tu felicidad debe ser innegociable.
Aún recuerdo una novia que me dijo que no quería que me fuera a trabajar a otro país porque su familia estaba aqui...yo me fuí y ella se quedó. También recuerdo un jefe de una gran empresa que me explicaba el gran error que cometía al dejar mi empleo...él seguirá en su puesto, pero hoy gano bastante mas de lo que él nunca me podría ofrecer. Recuerdo también a mi madre que en su día no se quiso creer que me marchaba para nunca volver, y hoy dice que hice lo mejor y que no recuerda haberme dicho que no me fuera...
La única forma que tuvieron nuestros antepasados de descubrir nuevos mundos fue ver como la tierra desaparecía en el horizonte mientras sus barcos iban por mares inciertos.