Soñé que mi hermano, que no vive conmigo desde hace ya más de 15 años, había dejado unas lagartijas en casa, eran sus mascotas y ahora las susodichas estaban grandísimas, como del tamaña de una iguana más o menos, eran 2 ó 3 y andaban ahí por mi cuarto como Fulano por su casa. Cuando me caminaban encima no me daban asco pero si tenía que agarrarlas lo pensaba mucho. Estúpidos sueños de domingo de mierda.