La teoría subyacente en la discriminación positiva es que si, a través de acciones tales como por ejemplo el trato preferencial a la hora de conceder un trabajo a cierta colectividad se consigue que ese grupo desfavorecido comience a ser respetado se establecerá una igualdad de oportunidades.
Pienso que esta modalidad de política ideológica no es muy inocente pues en definitiva mantiene intacta la noción de discriminación misma.
En Argentina, se ha instaurado el "cupo femenino" para acceder a cargos en la vida política y sindical, cosa que contra toda apariencia supone también un acto peyorativo hacia la mujer: la mujer no necesita de "favores" de un estado paternalista para acceder a lo que desea si actua en consecuencia.
La concesión de derechos especiales -concebidos por raza o género- implica dar un mensaje oculto de disvalor.
Como dice Gweny:
En el caso de hombres vs. mujeres, igual, deben de darle la misma oportunidad a la mujer que le dan al hombre, pero si el hombre es el mejor candidate, el debe ganarse el puesto.
La discriminación positiva en mi opinión solo se trata de una política para morigerar la discriminación imperante, pero que no logra tratar el asunto de raíz e incluso puede resultar contraproducente.
Última edición por Porcia; 20-feb.-2008 a las 10:53
"En el pulso de hoy late el corazón de ayer, que es el de siempre" (R. Scalabrini Ortiz)
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