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Tema: La reencarnaciòn

  1. #121
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    04-marzo-2013
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    Predeterminado

    ¡Hola welcome!

    No todas las personas reaccionan de igual manera ante ciertos hechos de la vida por muy traumantes que hayan sido. Vemos ejemplos a granel en la actualidad. Unos se suicidan ante una ruina econòmica y otros lo que hacen es resignarse y empezar de nuevo.

    Hay enfermos de càncer que en cuanto se les diagnostica la enfermedad,se siucidan. Otros la soportan hasta el ùltimo dìa de su vida. Es asunto de individualidad.

    Me contaba una amiga que estudiaba psicologìa y le gustaba el patinaje sobre hielo, que cuando ella iba a la pista, siempre observaba a los patinadores principiantes.
    Estaba el orgulloso en sumo grado, que no se desprendìa del barandal y daba sus pinitos en patìn asido a ella para no caerse.

    Luego el que ya habìa tomado cierta cancha y de repente caìa aparatosamente causando la risa del resto de los patinadores. Se levantaba e iba a las gradas a sentar su verguenza por la risa que causò su caìda.

    Por ùltimo estaba el patinador porfiado. Caìa una y otra vez y se levantaba otras tantas y no le importaba ni la risa ni la burla de los demàs por sus caìdas.

    Con los hechos negativos de vidas pasadas cuyos recuerdos permanecen dormidos en nuestro inconciente, muchos los manifiestan como fobias en el presente sin saber por què. Otros que hayan pasado en una vida anterior por hechos traumantes para muchos, ellos se los tomaron olìmpicamente cuando sucedieron, por lo tanto, no hay fobias inexplicables en el presente.

    Saludos.
    Última edición por roberso; 18-oct.-2013 a las 11:13 Razón: correcciòn

  2. #122
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    04-marzo-2013
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    Predeterminado

    LA EVOLUCIÒN DEL ESPIRITU

    A pesar que yo no soy cristiano, pero tampoco soy anti cristiano, y menos soy detractor de Jesùs; segùn los Evangelios, Jesùs dijo: "Hay muchas moradas en la casa de mi Padre." ¿Còmo debemos entender eso? Una morada es el sitio en que residimos. En este caso, el planeta Tierra.
    La casa de Dios es el Universo. Ya sabemos que el cielo, denominaciòn que se le daba al lugar en que se creìa que arriba de èl estaba Dios, y que quiere decir, (cielo): Firmamento. Pero no hay tal firmamento en el Universo, por lo tanto, el reino de Dios es el espacio Universal.

    Ese espacio Universal tiene muchas moradas si consideramos morada a nuestro planeta Tierra.
    Sòlo en la Vìa Làctea, al que pertenece nuestro Sistema Solar, hay 100 mil millones de Soles. Si cada uno de ellos forma un sistema planetario como el nuestro, ¿es descabellado pensar que hayan por lo menos 100 mil millones de planetas habitados en la Vìa Làctea; uno por casa sol como en nuestro sistema?
    Y...¿no es descabellado pensar que nuestro planeta es el ùnico habitado de la Vìa Làctea?

    En lo que al espìritu concierne, cada una de estas "moradas", o mundos habitados, son sitios de aprendizaje para nuestra evoluciòn espiritual. Mientras muchos niegan la posibilidad de que hayan otros mundos habitados, o sea que no existen los extraterrestres, los habitantes de este planeta hemos sido extraterrestres, ¡claro!, espiritualmente hablando, porque hemos habitado antes en otros planetas.

    Para el espìritu cada planeta es una escuela. En una gran ciudad, ¿hay una sola escuela? Hay muchas escuelas, y cada una de ellas tiene los mismos grados de primaria, y en cada grado de cada escuela se estudia los mismo.

    Nuestro planeta, en cuanto al alumnado que tiene es un planeta imperfecto, porque sus alumnos son imperfectos. Por lo tanto, no es de extrañar que existan en el Universo màs escuelas para alumnos imperfectos como en la que nos encontramos.

    Venimos de planetas inferiores al nuestro y estamos acà es porque aprobamos lo que tenìamos que aprender en ellos y fuimos transferidos a una escuela superior, pero inferior a otras escuelas, (planetas), que existen en el Universo.

    Cada uno de estos mundos habitados que para nosotros son escuelas, por muy atrasados o adelantados que sean, no son planetas àridos. Cada uno tiene su propia naturaleza, eso no cambia nunca en cada uno de los planetas. Puede que la naturaleza de ciertos mundos superiores con relaciòn a otros sea màs sutil, pero, insisto, cada planeta habitado tiene naturaleza.

    Un espìritu se inicia, digamos, como psiquis instintiva de la forma màs rudimentaria de un mundo inferior al nuestro. Ese principio instintivo, (psiquis de animales irracionales), iniciarà la etapa evolutiva que irà progresando vida tras vida.
    Asì seguirà ese principio instintivo su cadena evolutiva, siempre ascendente, sin detenerse porque las psiquis, (espìritus elementales sin inteligencia), no se detienen en ese proceso evolutivo en el que la voluntad de la psiquis, (porque no la tiene), ni su libre albedrìo, (porque no lo tiene), demore ese camino ascendente hasta llegar a lograr la inteligencia.
    Como espìritus, no nos hemos iniciado en este planeta sino en planetas inferiores. Por muy rudimnentaria que nos parezca la inteligencia de los aborígenes de nuestro planeta, ya han conseguido cierto progreso con relaciòn a su inicio en planetas inferiores.

    ¿Cuándo cumplamos nuestro aprendizaje en este mundo, que no es cuestiòn de tres o cuatro encarnaciones, pasaremos a un mundo superior? ¡Claro! Que se entienda bien, en nuestro planeta no se realiza nadie espiritualmente a tal punto que se crea que de acà va derecho a codearse con Dios.
    Pero, ¿còmo se logra eso? preguntaràn. Cuando uno pase a una escuela o planeta superior porque ya se graduò en este, el espìritu se va sòlo. En el planeta que le toque continuar, hay habitantes, y ellos al igual que acà procrean; asì es que su cadena de reencarnaciones continuarà pero con la vida fìsica de ese planeta. ¿Seràn mejores fìsicamente hablando? Quizàs, pero lo importante es que seràn de una mejor calidad humana que los de nuestro planeta; pero al igual que acà, nunca estaràn al mismo nivel espiritual todos, asì como todos los habitantes de nuestro planeta, a pesar de ser imperfectos, unos lo son màs que otros.
    Igual serà en la pròxima escuela; Unos mejores que otros, pero eso sì, los peores de allà, siempre seràn mejores que los mejores de acà.

    Una vez cumplida la continuación de nuestra etapa evolutiva en ese planeta, que tampoco serà cosa de tres o cuatro encarnaciones, pasaremos a un planeta superior a ese, y continuamos con nuestro progreso espiritual: ¿Hasta cuando? ¡Francamente no sè! Eso dependerà de cada uno de nosotros; lo ràpido que avancemos, o todo lo que nos demoremos. y eso, por libre albedrìo.

    ¿Y después de eso què? ¿Vacaciones eternas? ¿Contemplaciòn eterna de Dios, y Èste de sus “niñitos” graduados de espìritus perfectos? ¡No señor! Siempre habràn ocupaciones para los espìritus perfectos en el Universo.

    Pròximo escrito en este mismo tema: RÀFAGAS DE MEMORIA EXTRACEREBRAL.

  3. #123
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    RÀFAGAS DE MEMORIA EXTRACEREBRAL

    ¿ Cuàntas veces hemos dicho?: Tengo la impresiòn de que ya he estado aquì. ¡No sè! Pero parece que esta conversación ya la habìa tenido antes. ¿Dònde habìa olido ese aroma antes? Y cosas por el estilo. Hace memoria, pero nunca estuvo antes donde cree que estuvo antes. Nunca antes habìa tenido la conversación que cree que la habìa tenido antes.
    Nunca antes habìa olido ese aroma que cree que habìa olido antes. ¡Bueno! Por lo menos en esta vida, no.

    Estas sensaciones son las que podrìamos catalogar como ráfagas de memoria extracerebral. No las habìamos tenido en esta vida, y sin embargo creemos que las tuvimos.
    El conocido yogui indio Ramacharaca, en su libro GNANI YOGA, definiò estas sensaciones como pruebas de reencarnación, diciendo lo siguiente:

    “¿Quièn no ha experimentado la conciencia de haber sentido algo antes……de haber pensado en ello en algùn momento del confuso pasado? ¿Quièn no ha presenciado nuevas escenas que parecen viejas, muy viejas? ¿Quièn no ha conocido a personas cuya presencia despertò memorias de un pasado arrinconado en los neblinosos tiempos pretèritos? ¿Quièn no se ha sentido por momentos sobrecogido con la conciencia de una poderosa “vejez” del alma? ¿Quièn no ha oìdo una mùsica, a menudo composiciones absolutamente nuevas, que por alguna razòn despiertan recuerdos de acordes similares, escenas, lugares, rostros, voces, tierras, relaciones y acontecimientos, que suenan tenuamente en las cuerdas de la memoria mientras las brisas de la armonìa flotan en el espacio? ¿Quièn no ha observado una antigua pintura o estatua con la sensación de haberla visto antes? ¿Quièn no ha vivido acontecimientos que conllevaban la certeza de ser meramente la repetición de algùn oscuro acontecer de vidas vividas largo tiempo atràs?”

    Estas cosas nos suceden a menudo, nos intrigan, pero nunca nos preocupamos por saber por què nos suceden, por què esos recuerdos, por què esas sensaciones.

    Los turistas no reencarnacionistas, ¿nunca han estado en una ciudad a donde van por “primera vez”, y les dà la impresiòn que no es tal “primera vez”? ¿Que la ciudad le es conocida a pesar que no la conocìa? ¡A mì me ha sucedido! Son varias las ciudades en la que he estado “por primera vez”, y nunca habìa estado en ellas, por lo menos en esta vida. Esas sensaciones de conocer algo que no conocìa, ha acercado a mucha gente, (yo entre ellas), a interesarse por conocer sobre la reencarnación.
    Algunos diràn. ¡Bueno! Con el Internet, es fácil tener esa sensación ya que se pudo haber visto esas ciudades en la computadora. Pero resulta que esas sensaciones yo las tuve cuando no existìan las computadoras, y menos el Internet.

    He estado en museos famosos de grandes ciudades, y he tenido la misma sensación: Ya habìa visitado el museo antes. Igual me ha sucedido viajando en tren por la campiña de algunos paìses. Los espìritus que reencarnamos en este planeta imperfecto, por muy imperfectos que seamos, somos espìritus viejos, como los denomina el yogui Ramacharaca.
    Por eso, no es de extrañar que de repente conozcamos gente, que sin haberlas conocido antes, tengamos la sensación que sì.

    Somos insensibles, o poco curiosos, indiferentes ante estas sensaciones cuando nos asombran de momento, sòlo en el momento que las tenemos, y allì quedaron, sòlo como una cosa rara. ¿Còmo vamos a creer que estuvimos donde nos da la impresiòn de que ya hemos estado, si nunca estuvimos allì?

    Asì es como mandamos a la tumba de la indiferencia, o de la casualidad a esas ráfagas de memoria extracerebral.

    Pròximo escrito en este mismo tema: POSIBLES CAUSAS DE KARMAS O EXPIACIONES.

  4. #124
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    Cita Iniciado por roberso Ver Mensaje
    RÀFAGAS DE MEMORIA EXTRACEREBRAL

    ¿ Cuàntas veces hemos dicho?: Tengo la impresiòn de que ya he estado aquì. ¡No sè! Pero parece que esta conversación ya la habìa tenido antes. ¿Dònde habìa olido ese aroma antes? Y cosas por el estilo. Hace memoria, pero nunca estuvo antes donde cree que estuvo antes. Nunca antes habìa tenido la conversación que cree que la habìa tenido antes.
    Nunca antes habìa olido ese aroma que cree que habìa olido antes. ¡Bueno! Por lo menos en esta vida, no.

    Estas sensaciones son las que podrìamos catalogar como ráfagas de memoria extracerebral. No las habìamos tenido en esta vida, y sin embargo creemos que las tuvimos.
    El conocido yogui indio Ramacharaca, en su libro GNANI YOGA, definiò estas sensaciones como pruebas de reencarnación, diciendo lo siguiente:

    “¿Quièn no ha experimentado la conciencia de haber sentido algo antes……de haber pensado en ello en algùn momento del confuso pasado? ¿Quièn no ha presenciado nuevas escenas que parecen viejas, muy viejas? ¿Quièn no ha conocido a personas cuya presencia despertò memorias de un pasado arrinconado en los neblinosos tiempos pretèritos? ¿Quièn no se ha sentido por momentos sobrecogido con la conciencia de una poderosa “vejez” del alma? ¿Quièn no ha oìdo una mùsica, a menudo composiciones absolutamente nuevas, que por alguna razòn despiertan recuerdos de acordes similares, escenas, lugares, rostros, voces, tierras, relaciones y acontecimientos, que suenan tenuamente en las cuerdas de la memoria mientras las brisas de la armonìa flotan en el espacio? ¿Quièn no ha observado una antigua pintura o estatua con la sensación de haberla visto antes? ¿Quièn no ha vivido acontecimientos que conllevaban la certeza de ser meramente la repetición de algùn oscuro acontecer de vidas vividas largo tiempo atràs?”

    Estas cosas nos suceden a menudo, nos intrigan, pero nunca nos preocupamos por saber por què nos suceden, por què esos recuerdos, por què esas sensaciones.

    Los turistas no reencarnacionistas, ¿nunca han estado en una ciudad a donde van por “primera vez”, y les dà la impresiòn que no es tal “primera vez”? ¿Que la ciudad le es conocida a pesar que no la conocìa? ¡A mì me ha sucedido! Son varias las ciudades en la que he estado “por primera vez”, y nunca habìa estado en ellas, por lo menos en esta vida. Esas sensaciones de conocer algo que no conocìa, ha acercado a mucha gente, (yo entre ellas), a interesarse por conocer sobre la reencarnación.
    Algunos diràn. ¡Bueno! Con el Internet, es fácil tener esa sensación ya que se pudo haber visto esas ciudades en la computadora. Pero resulta que esas sensaciones yo las tuve cuando no existìan las computadoras, y menos el Internet.

    He estado en museos famosos de grandes ciudades, y he tenido la misma sensación: Ya habìa visitado el museo antes. Igual me ha sucedido viajando en tren por la campiña de algunos paìses. Los espìritus que reencarnamos en este planeta imperfecto, por muy imperfectos que seamos, somos espìritus viejos, como los denomina el yogui Ramacharaca.
    Por eso, no es de extrañar que de repente conozcamos gente, que sin haberlas conocido antes, tengamos la sensación que sì.

    Somos insensibles, o poco curiosos, indiferentes ante estas sensaciones cuando nos asombran de momento, sòlo en el momento que las tenemos, y allì quedaron, sòlo como una cosa rara. ¿Còmo vamos a creer que estuvimos donde nos da la impresiòn de que ya hemos estado, si nunca estuvimos allì?

    Asì es como mandamos a la tumba de la indiferencia, o de la casualidad a esas ráfagas de memoria extracerebral.

    Pròximo escrito en este mismo tema: POSIBLES CAUSAS DE KARMAS O EXPIACIONES.

    El deja vu, ya visto, ¿no, Roberso?
    A mí me ha sucedido unas cuantas veces. Y me ha quedado una sensación de extrañeza durante unos segundos.

    Saludos.

  5. #125
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    ¡Correcto welcome!

    Ese es el tèrmino creado por Emile Boirac para definir estas situaciones.

    Saludos.

  6. #126
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    Predeterminado

    POSIBLES CAUSAS DE KARMA O EXPIACIONES

    En una oportunidad, después de dar una charla en las que acostumbraba a que al final de la misma, los asistentes me hicieran preguntas para que quedara bien claro lo que se habìa tratado, hablaba sobtre la Ley de Causas y Efectos, y una asistente me preguntò: ¿la raza negra es una raza kàrmica?
    Sin pensarlo dos veces, le respondì: ¡Para nada! Sòlo es una raza. Si un blanco considera a un negro inferior sòlo por el color que tiene, es por baja calidad espiritual, nada màs. Y como este es un planeta de seres imperfectos, y unos màs imperfectos que otros, no es de extrañar que muchos, demasiados seres de este planeta, considere a los negros inferiores sòlo por eso: Por ser negros.

    Pero, a pesar que la raza negra no es kàrmica, se puede convertir en kàrmica en algunas oportunidades. ¡Veamos!

    Si un blanco, no sòlo contento de pensar que los negros son inferiores, y èl es superior a ellos por ser blanco, sino que lleva su pensamiento a los extremos y se convierte en ofensor de los negros; en perseguidor de los negros; en agresor de los negros; y hasta asesino de negros, sòlo por eso, por ser negros; con seguridad va a suceder que en su pròxima reencarnación venga como negro. ¿Sàbe lo que sentirà un espìritu que fue racista, y que aùn conserva esa imperfección en sì, saber que la ùnica forma de compensar las ofensas, persecuciones, agresiones y hasta muertes de negros es reencarnando como negro?
    ¿Y que cuando reencarne tendrà que sentir en carne propia todo lo que le hizo a los negros por su imperfección racista, y ademàs extremista, por otros racistas como èl lo fue?

    En casos como ese, a pesar que la raza negra no es kàrmica, sì que puede convertirse en kàrmica.

    En otra oportunidad me preguntaron lo mismo sobre los homosexuales. ¡Veamos!

    La homosexualidad, no es orgànica natural, salvo en algunos casos de karma como veremos.
    Una persona puede degenerar en homosexual por diferentes motivos. He conocido casos en que los padres, “buscando el varòn”, se les fue “la mano”, por no decir otra cosa en la bùsqueda, y al fin lo pudieron conseguir en el quinto intento. En la actualidad, con la situación econòmica mundial, para hacer esta gracia, la de tener cinco hijos sòlo por buscar un varòn, lo podrìan hacer gente rica y no gente de clase media que se considere responsable. ¡Pero bueno! Que cada quien administre sus òrganos sexuales como mejor le parezca.

    Nace el niño y las cuatro hermanitas que nacieron antes, lo tratan como muñeco de ellas. El trato contìnuo con ellas podrìa ir, (digo sòlo podrìa), ir feminizando al niño a tal punto de que el niño empiece a comportarse c omo una mujercita hasta en sus gustos sexuales. Esas cosas aunque pueden suceder, no necesariamente pueden considerarse como una homosexualidad kàrmica.

    ¡Ahora! Si con esa criatura empiezan a ensañarse, ofenderla, perseguirla, y hasta agredirla por parte de ciertas personas, esa homosexualidad sì que podrìa volverse kàrmica y el reencarnante venir como homosexual, no por misiòn ni nada parecido sino por karma, por Ley de Causas y Efectos.

    Pero esa persona que reencarne con ese karma, no es que va venir a un hogar donde haya màs mujeres que hombres y el niño se torne femenil en sus gustos, y hasta en los gustos sexuales. Ni que vaya a caer en la homosexualidad porque fue corrompido por los amigos, y a èl terminò gustàndole la cosa.
    En casos kàrmicos una persona puede nacer con trastornos glandulares, trastornos orgànicos que vuelven su homosexualidad orgànica y no por asimilación ni corrupción.
    ¡Por supuesto! Cuando se dan estos casos kàrmicos, los que seràn padres del reencarnante homosexual, tendràn que estar encadenados de alguna manera con el karma del que serà su hijo homosexual.

    En la homosexualidad no hay que confundir la corrupción con lo kàrmico. Si bien el homosexual no debe ser perseguido por esa ANORMALIDAD, tanpoco se tiene que fomentar la homosexualidad con leyes que fomenten la corrupción como permitiendo matrimonios homosexuales y otras hierbas.

    ¡Aclaro! No estoy en contra de los homosexuales, pero tampoco estoy a favor de que se fomente de alguna manera esta anormalidad.

    Hay muchas preguntas que se hace la gente sobre posibles causas de karma o expiaciòn, que poco a poco vamos a ir escribiendo sobre ellas.

    Pròximo escrito en este mismo tema: OTRAS CAUSAS DE KARMA O EXPIACIONES:

  7. #127
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    Predeterminado

    OTRAS CAUSAS DE KARMA O EXPIACIONES

    Cuàntas veces nos hemos preguntado al mirar a niños con discapacidad intelectual: ¿Por què Dios? ¿Por què ese “castigo” a tan buenos padres como son los que tienen un hijo con ese problema? ¿Y por què esa injusticia con un ser humano que viene a vivir?
    ¡Claro! Los reencarnacionistas, sòlo vemos el problema, y al verlo sabemos que se trata de una expiación del que vino con ese problema; la aplicación de la Ley de Causas y Efectos. Dios nada tiene que ver con esas aparentes injusticias, ya que estàn bien justificados los padecimientos por esa y cualquier otra que observemos. Sus leyes se aplican a todos; eso es justicia divina.

    Pero el que cree que tenemos una sola vida, no se explica còmo suceden estas cosas y siempre lo toman como injusticia divina, especialmente los de la familia que padece un problema de estos con un hijo o una hija.

    ¡Veamos! En una oportunidad llegò a la Sociedad de Estudios Psìquicos que yo presidìa, una joven señora, y me hablò de un hermano que tenìa el cual actuaba como un niño y ella sospechaba que era una obsesiòn espiritual. Cuando me lo enfocò de esa manera, que su hermano actuaba como niño, pensè que se trataba de un ser normal. A los dìas me llevò al hermano. Era un joven de unos 16 años, pero al verlo me dì cuenta que el joven era un retardado mental.
    Pero ese joven es asì de nacimiento, le dije. Sì, me contestò la dama, pero me han dicho que en esta sociedad lo pueden volver a la normalidad.
    ¡No querida!, le dije: Acà no hacemos imposibles. Vos me planteaste el caso como un problema de obsesiòn espiritual y no lo es. Los espìritus nada tienen que ver con el problema del joven que es de nacimiento.
    Cuando uno regenta una sociedad de este tipo, la gente cree que uno puede hacer imposibles. Mi propia vieja que padecìa artritis deformante desde los 25 años, cuando la visitaba, me decìa: Hijo, ¿en esa sociedad no me pueden curar la artritis? No vieja, le decìa: Allà no hacemos curaciones, es sòlo una Sociedad de Estudios Psìquicos.

    Cuando la dama de la que hablo se marchò con el hermano con retardo mental, esa noche que era de investigación, se manifestò un espìritu que dijo: El joven que trajeron esta mañana, en su vida anterior fue un abogado brillante. Brillante pero inescrupuloso y usò su inteligencia para despojar a cuanto incauto solicitaba sus servicios profesionales. Se enriqueciò, no por el fruto de sus honorarios sino por el fruto de los despojos que hizo a muchos de sus clientes.
    Toda su familia disfrutò de la riqueza mal habida, y al hacerlo, y a sabiendas de la forma en la que èl obtenìa sus riquezas, automáticamente se convertìan en còmplices del inescrupuloso pariente.

    Esa fue su expiación o karma. Naciò con retardo mental. Usò su inteligencia para despojar al pròjimo, y ahora venìa con sus manifestaciones inteligentes limitadas a la imperfección de su cuerpo. El espìritu no es el retardado. Precisamente el sufrimiento de èl es el de que su inteligencia no se puede manifestar eficientemente a travès de una tara corporal. El, todo el tiempo està conciente de su impedimento, y por eso sufre, aunque su familia no lo capte.

    ¿Y los padres? ¿Por què tuvieron un hijo asì? Si no estuvieran encadenados a esa expiación no la tendrìan. Los padres de ahora, bien pueden ser dos de los parientes que tuvo en la vida pasada y los que màs beneficios obtuvieron del mal uso de la inteligencia del brillante abogado.

    ¿Otro caso? ¡Otro caso! Hace años, estaba visitando a un mèdico que fue compañero de la secundaria. Al terminar, seguimos estudios distintos, y por supuesto, tuvimos profesiones diferentes.
    En medio de la conversación recibiò la visita de una bella joven. Al verla no la reconocì porque cuando era niña no era como para mirarla dos veces. No lo podìa creer cuando me dijo que era fulana, su hermana menor. ¡Còmo habìa cambiado! Para mejorar, claro. Estaba lindìsima. Andaba en los preparativos de su matrimonio, asì que la visita a su hermano fue corta. Nos despedimos.

    Unos dìas después me enterè por los diarios de algo que me conmoviò. A la joven la llevaron de emergencia a una clìnica por un ataque de apendicitis. Al anestesiarla para la operación, habìan equivocado el cilindro y al ponerle la mascarilla, respirò el gas no hipnòtico y quedò en estado vegetativo. ¡Què dolor el de la familia! ¡Què dolor el del joven novio!
    La clìnica reconociò el error y en compensación se comprometiò a tenerla bajo su cuidado hasta el momento de su muerte.

    Ya tenìa 20 años en ese estado vegetativo. Ya ni se hablaba del caso. Una noche, durante una sesiòn experimental, se manifestò una entidad que me dijo: Roberso, soy fulana. Cuando se identificò, pensè que habìa finalmente desencarnado y que yo no me habìa enterado.
    Antes de que le dijera algo al vidente que tenìa a mi lado, èl me dijo al oìdo: Està viva. Le estoy viendo el cordòn espiritual. Ella lo confirmò cuando dijo: No estoy muerta. Se me ha permitido esta comunicación para que sepan que aunque en estado vegetativo, me doy cuenta de todo lo que acontece a mi alrededor. Mi espìritu no està en estado vegetativo.

    He sufrido mucho. Al principio, fuera de mi cuerpo gritaba desesperada: ¡No estoy muerta! ¡No estoy muerta! Tenìa miedo de que me creyeran muerta y me fueran a enterrar viva. Se me quitò esa angustia, cuando pasaron los dìas y me seguían atendiendo, como a una paciente màs de la clìnica.
    Nos hablò de la constancia de su madre, que desde el momento en que tuvo el percance, nunca faltò un dìa a la clìnica. Viene temprano en la mañana y se marcha al anochecer. Ella me habla. Me cuenta cosas como si yo la escuchara y atendiera todo lo que me dice. Y no sè si tendrà la seguridad de ello, pero yo le escucho, le entiendo y me interesa todo lo que me cuenta.

    Mi tranquilidad, continuaba la joven en estado vegetativo, la logrè totalmente el dìa que se me apareciò una persona muy iluminada y me preguntò: ¿Quieres saber la causa de tu problema? Yo hasta ese momento como una catòlica practicante, jamàs se me habìa ocurrido pensar en reencarnación. Al principio, sòlo decìa: ¡Dios! ¡Dios! ¿Por qué me has hecho esto? ¿Por què a mì?
    La entidad espiritual, me consolò mucho y finalmente cuando yo estaba lista, me mostrò con imàgenes la causa de mi efecto.
    ¡No lo podìa creer! El que yo hubiera actuado de esa manera y que hubiese hecho lo que hice. Cuando me enterè de ello, lo ùnico que dije fue: Perdòname Dios mìo por haberte creìdo injusto. ¡Todo lo que estoy padeciendo me lo merezco!

    Ella nunca nos dijo, ni nosotros al ver que no lo hacìa, le preguntamos nada. Debiò ser muy grave y la joven no quiso pasar vergüenza, y eso lo comprendemos bien.
    Fue la ùnica vez que se comunicò con nosotros. Dos años después muriò. La madre la sobreviviò y siempre me digo: Si la madre hubiese muerto antes que ella, ¿còmo habrìa padecido ese espìritu, màs de lo que ya padecìa? Al de la joven, me refiero.

    Por supuesto, aunque en la oportunidad que la joven dialogò con nosotros no me dijo el encadenamiento de su madre a la expiación de la hija, la madre tambièn estaba expiando.
    Las dos estaban encadenadas a ese sufrimiento.

    Pròximo escrito en este mismo tema: NO TODO PADECIMIENTO ES EXPIATORIO.

  8. #128
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    NO TODO PADECIMIENTO ES EXPIATORIO

    ¡Asì es! Muchas personas que aceptan la reencarnación, y que por lo tanto aceptan la Ley de Causas y efectos, piensan que todos los sufrimientos de los humanos son expiatorios, y eso,…. ¡no es asì!
    Quizàs se deben a imperfecciones espirituales que se manifiestan pero no por causalidades sino por eso: Por imperfección espiritual.

    Si un espìritu reencarna y lo hace con el buen propòsito de safarse del vicio de la bebida que tuvo en su anterior existencia, viene con la intenciòn de corregirlo, propòsito en el que puede fallar o salir airoso por su bienestar espiritual.
    En su vida anterior era aficionado a la bebida, Naciò en un hogar modelo. Tuvo buena educación, se culturizò hasta el profesionalismo, pero, como en la vida anterior habìa sido un bebedor, no de calle, no un borrachito que andaba zigzaguendo por la acera haciendo el ridìculo. ¡No! El era un bebedor de casa. En su casa se encordelaba todas las noches de todos los dìas, de todas las semanas, de todos los meses, de todos los años. Ustedes conocen a muchos como èl.
    Son buenos Hijos, buenos esposos, buenos padres, buenos amigos, pero tambièn buenos bebedores, aunque caseros.

    Preguntaràn: Si asì fue en su vida pasada, èl necesariamente tuvo que traer una expiación. Un padecimiento. Asì fue. Se comprometiò con la Ley de Causas y Efectos en su vida pasada. ¿Còmo? Su aficiòn a la bebida, asì haya sido una aficiòn “casera”, no mejorò su calidad espiritual y se quedò estancado porque faltò a la Ley de Conservaciòn ya que no conservò el cuerpo, vehìculo para su progreso espiritual. Cada reencarnante es responsable de ese vehìculo de progreso para el espìritu, que llamamos cuerpo humano. Su expiación quizàs menos años de vida en su ciclo actual porque con su vicio del pasado le quitò años de vida a su cuerpo. Pero menos años de vida normal, no por causa de una cirrosis por el vicio actual.
    ¡Claro! La cirrosis le acorta la vida, pero ese acortamiento, se sumarà al acortamiento de la vida pasada, ya que al morir por causa de la enfermedad, lo hizo antes de que se cumpliera su ciclo de vida actual, asì haya venido recortado. Eso quiere decir que si quedò debiendo diez años del pasado y ahora suma diez años màs, quizàs en la pròxima vida reencarne y pierda la vida a los 20 años. ¡Eso sì es expiación!

    ¡Sigamos con la vida actual! Como quedò estancado en su progreso, repite para promoverse espiritualmente, pero al iniciar los estudios secundarios, cae en la tentaciòn de la bebida para “agradar” a sus amigos y compañeros de estudio. En otras palabras: Para hecerse “popular”. ¡Bueno! Ya no pudo safarse de eso, pero èl no querìa hacer el ridìculo andando borracho por las calles. ¡Sì! Eso es autoestima, que es una manifestaciòn espiritual, pero que queda anulada por la irresponsabilidad, que tambièn es una manifestaciòn espiritual, de no cuidar su cuerpo fìsico, y la bebida lo daña.

    Como èl es un borracho consuetudinario pero casero, el beber en nuestra casa o en un Bar, no marca diferencia alguna en el daño que le causamos a nuestro cuerpo.
    De nuevo: Dìa tras dìa, semana tras semana, etc., etc., saturando de alcohol su organismo le hace merecedor de una cirrosis hepàtica. Por causa de la bebida termina con el hìgado vuelo un cacho y con los problemas corporales que esto representa.

    Ese buen hombre, buen hijo, buen esposo, buen padre, buen amigo, buen vecino, por muy “espiritual” que nos haya parecido por esas buenas cualidades, sòlo termina siendo “espirituoso”. Es el cuerpo humano el que padece de la “espirituosidad” del ser, y el buscar la semi conciencia con la bebida, o la pèrdida de las inhibiciones, es materialismo, y no se puede ser espiritual y materialista. Por lo menos en estos casos es màs de materialista, proporcionar “el placer”, (¿?), de una borrachera en casa o en el Bar. Y si es diaria, mucho màs.

    ¡Ahora! ¿Este espìritu reencarnò con el propòsito de ser un borracho consuetudinario asì lo haya sido en su vida anterior? ¡Para nada! Nadie reencarna con un despropòsito.
    Este espìritu reencarnò con la expiación de terminar con una cirrosis hepàtica? ¡Para nada!
    La cirrosis sòlo fuè una consecuencia de una imperfección espiritual manifiestada en esta vida.
    Como ven, nadie puede catalogar el sufrimiento por causa de una cirrosis hepàtica, como una expiaciòn, en este caso. ¡No señor! Repito: Sòlo fue una consecuencia de una imperfección espiritual.
    Y asì, podrìamos citar muchos ejemplos sobre padecimientos logrados acà, por causas nada espirituales, ni que fueron expiaciones por algo del pasado.

    Pròximo escrito en este mismo tema: GRADOS DE CULPA.

  9. #129
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    GRADOS DE CULPA

    Hay faltas o imperfecciones del ser humano que no tienen el mismo grado de culpabilidad, y por lo tanto de expiación, debido a los conceptos que tenga el ser sobre el bien y el mal, y esto, debido tambièn a su falta de cultura.

    Dejarè a la opinión de ustedes algunos casos de culpabilidad para que los cataloguen según su juicio. ¿Son tan culpables los unos como los otros? Pero, juzgàndolos espiritualmente y no hacièndolo como si fueran jueces de tribunales de cualquier localidad, de cualquier paìs.

    Empezarè con un ejemplo:
    Una vez se presentò a la Sociedad que yo presidìa, una gallega, y cuando digo gallega quiero decir de Galicia, porque en muchos paìses de Amèrica se refieren a los españoles llamàndolos gallegos. ¿Aclarado? ¡Aclarado!
    Era una gallega de oro, cuando se presentò en la sociedad tenìa unos cincuenta años y oficiaba de portera en un edificio de propiedad horizontal. A juzgar por su manera de hablar y de escribir, no creo que haya tenido màs de tercer grado de primaria.

    Se tomò en serio los estudios de Espiritismo y llegò a ser una de mis mejores alumnas. No era, ni nunca fue mèdium; sòlo espiritista.
    Un dìa, me dijo: Roberso, quiero hablar contigo. Fuimos a una oficina y empezó a llorar amargamente. Me dijo: Desde que empecé a estudiar el Espiritismo, vivo sumamente atormentada por algo que hice y recièn ahora es que me doy cuenta por el Espiritismo lo grave que fuè.

    Me dijo que habìa nacido en una aldea de Galicia y que desde joven tuvo que emigrar a Barcelona para poder ayudar económicamente a sus padres. Empezò a trabajar como criada en la residencia de una familia muy rica quienes debido a su eficiencia en el trabajo le tomaron mucho cariño.
    Pero, habìa un señorito en la casa. Como ella era muy bonita, el señorito empezó a enamorarla, y ella sucumbiò ante el joven. Hicieron el amor y saliò embarazada. Cuando se lo contò al joven, tan joven como ella, sòlo atinò a decir: No puedes tener ese hijo. Eso la decepcionò mucho, pero tambièn pensò en la vergüenza que causarìa a sus padres de ella en una època en que una madre soltera era repudiada por su misma familia.

    Hablò con otra criada del vecindario y ella, que habìa pasado por lo mismo pero con diferente señorito, le recomendò un sitio en donde podìan hacerle abortar. ¡Y lo hizo! En ese momento no pensò que eso era malo sino que era bueno para ella, para su familia, y hasta para el joven de la casa y la familia de èste.

    Pasò algùn tiempo, y como ella estaba enamorada hasta los talones del joven, èste volvió a la carga, y la historia se repitió. Dos embarazos, dos abortos, dos respiradas de tranquilidad para el joven de la casa, y dos tranquilidades de ella porque su familia no se avergònzarìa.

    Despuès de esto, y viendo que no era posible seguir en esa casa y hasta decepcionada del señorito, estuvo trabajando en otras casas hasta que decidiò emigrar a la Argentina. Todo era normal en su vida. Me dijo que jamàs se habìa acordado, y menos preocupado por esos dos abortos, pero ahora se habìan vuelto un tormento. ¡Què terrible expiación me espera Roberso! Trunquè dos vidas, asì es que no podrè reencarnar dos veces porque me impedirá el nacimiento alguna irresponsable como yo que hice eso..

    La tranquilicè dicièndole: Cuando tù cometiste ese acto, no tenìas ni la menor idea del endeudamiento con la Ley de Causas y Efectos que eso significaba. No tenìas ni la màs remota idea de lo que era reencarnación, y tampoco expiación.
    En ese momento, màs que en tu propia vergüenza, pensaste en la vergüenza de tus viejos. Hasta pensaste en salvar al señorito ante sus padres. Y hasta a ellos ante su entorno familiar y ante su cìrculo de amigos. Ser abuelos del hijo o hija de una criada.

    Te lo voy a poner asì, le dije: Si eso lo hicieras hoy o mañana, ya siendo espiritista, y sabiendo las consecuencias que un acto como ese tendrìa para tì, las consecuencias las tendrìas.
    Cometiste este acto, negativo sì, pero no sabìas como lo sabes hoy, què consecuencias te traerìa. No te digo que no vas a tener que expiar esa falta, pero estoy seguro que la Ley va a considerar el grado de culpa que tuvo una muchacha iletrada, sin conocimientos espirituales, y màs que preocupada por ella, estaba preocupada por la vergüenza de sus padres, que si cometieras hoy la misma falta con los conocimientos que tienes. Desconozco la expiación que tendràs, pero asumo que si la Ley es justa, tu grado de responsabilidad no es como si la falta la cometieras hoy.

    ¡Ahora, veamos!

    Si un aborigen, que obedece màs a sus instintos que a su razòn porque aùn se encuentra cerca de la animalidad, mata a otro aborigen porque le robò un tomate de su siembra. ¿Seria tan responsable como el hacendado con mucha cultura que mata a una persona por robarle un tomate de su finca?

    Si el mismo aborigen, matara a otro, primero porque es su enemigo, y segundo porque acabando con el enemigo, le puede cortar la cabeza, reducirla al tamaño de un puño, (tzantza), para venderla a un turista, y compra algo que necesita. ¿Serìa tan responsable del hacendado culto que mata èl, o manda a matar a otro hacendado que es su enemigo? ¿Que no le corta la cabeza, pero ademàs de su enemistad, sabìa que le podìa comprar la propiedad a la viuda por no saber còmo administar esa hacienda. Y se aprovecha compràndola a precio de gallina flaca? ¿Y con toda la intenciòn cuando lo hizo?

    Asì se podrìan citar muchos casos, por muchos motivos y con actores con diferentes grados de cultura. Francamente, yo opino que la culpabilidad sobre el mismo acto serìa relativa al grado de cultura de cada cual, que marca tambièn un grado espiritual superior entre uno y otro actor.

    Pròximo escrito en este mismo tema: REENCARNACIÒN Y EVOLUCIÒN.

  10. #130
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    REENCARNACIÒN Y EVOLUCIÒN

    Cada espìritu, tal como es en la actualidad, no es una hechura de golpe, de la noche a la mañana o de una sola vida fìsica. Nos hemos estado elaborando desde los estados primordiales o elementales hasta ser los que somos actualmente; somos tal como somos debido a nuestro propio progreso, a nuestra propia evoluciòn.

    Ese trajìn a travès de toda nuestra existencia desde psiquis hasta espìritu, hace que cada uno de nosotros tenga sus propios sentimientos, tendencias y caracterìsticas personales, o sea, nuestra individualidad.

    Es difícil creer que Dios crea a los espìritus en cada nacimiento. Tambièn es difícil creer que Dios està pendiente a que los esposos hagan el amor para fabricar un espìritu. Ya hemos visto en varios escritos, que el espìritu de hoy, viene de atràs en evoluciòn y que cada uno de nosotros no es obra de ùltima hora.

    El espìritu evoluciona durante eternidades, reencarnando sucesivamente a travès de todas las escalas, empezando desde lo infinitamente pequeño y simple, hasta lo màximo que conocemos, por lo menos en nuestro planeta: El ser humano.
    Continùa subiendo por todos los estratos, siempre adelante, siempre progresando, màs allà de las formas humanas actuales, porque a pesar de que no nos demos cuenta, el cuerpo tambièn va evolucionando. Es como cuando nos miramos al espejo. No nos vemos como fuimos sino que nos vemos tal como somos. Y cuando lo hacemos, nos vemos naturales, no nos vemos màs viejos que antes sino que nos vemos tal como somos, y eso no nos extraña para nada. Asì es la evoluciòn fìsica, se da, pero no la notamos.

    Como se decìa: Venimos de los màs bajos estratos, espiritual y biológicamente hablando, y estamos en subida, siempre ascendiendo de estratos, espiritual y biológicamente hablando.

    Nadie puede evitar su reencarnación, tampoco retardarla por mucho tiempo. El propio instinto nos impulsa a volver a la tarea corporal porque sin ella, no hay evoluciòn espiritual.
    Cada espìritu tiene sus motivos para buscar volver a una matrìz y reencarnar. Es como una auto imposición de bùsqueda de progreso espiritual lo que nos impulsa a reencarnar.

    Cada vez que un espìritu desencarna, con la muerte del cuerpo, llega al espacio con su espìritu rejuvenecido por muy anciano y muy deteriorado que haya desencarnado. Luego de la turbaciòn después de la muerte, se siente nuevamente jóven y revitalizado, porque el espìritu aunque tiene trayectoria de tiempo, no tiene edad que influya en su deterioro.
    Y esto lo sienten hasta los espìritus menos evolucionados, quizàs no los màs atrasados, y los que no aprovecharon la vida fìsica para progresar y vuelven al espacio tal como eran antes de su ùltima reencarnación en cuanto a progreso se refiere.
    Afortunadamente los que se tardan en su progreso o evoluciòn espiritual, no son la mayorìa, pero finalmente continùan en su tarea de progreso.

    ¡Siempre ascendente! Asì es la trayectoria del espìritu. Hasta la perfecciòn.

    Pròximo escrito en este mismo tema: MEMORIA EXTRACEREBRAL DE ALGUNOS PERSONAJES DE LA HISTORIA.
    Última edición por roberso; 04-dic.-2013 a las 10:48

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