El Espiritismo, lejos de lo que generalmente la gente cree, no es brujerìa, no es curanderismo, no es adivinaciòn, no es interpretaciòn de sueños, no es ritualismo, no es creencia popular y no es ningùn culto a los espìritus. A muchos de los que practican estas modalidades de creencia popular los llaman equivocadamente espiritistas, y los que las practican se autollaman espiritistas.
Nunca, ninguna doctrina filosòfica ha sido tan castigada por la ignorancia colectiva, porque eso es El Espiritismo: UNA DOCTRINA FILOSÒFICA Y CIENCIA DE OBSERVACIÒN.

Como ciencia pràctica consiste en las relaciones, (la observaciòn, experimentaciòn y conclusiones), que pueden obtenerse de, o establecerse con los espìritus.
Como doctrina filosòfica comprende las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones. O sea que: El Espiritismo es una es una doctrina filosòfica que trata de la naturaleza, origen y destino de los espìritus y sus relaciones con el mundo corporal.
Y...¿quiènes son los espìritus? Son las inteligencias incorpòreas que pueblan el espacio universal. La confusiòn se deriva porque la gente cree que porque algunas personas tienen facultades mediùmnicas, o como las califica la Parapsicologìa, "percepciones extrasensoriales", esa persona es espiritista. Espiritismo y Mediumnidad son dos cosas bien diferentes, y sobre la mediumnidad trataremos en la segunda parte de este escrito con el tìtulo de ¿QUÈ ES LA MEDIUMNIDAD?

El Espiritismo es una doctrina diàfana, edificante, moralizadora y consoladora, y tiene los siguientes fundamentos:
1.- Existencia de Dios y la evidencia de su pensamiento en el equilibrio del Universo.
2.- Existencia del espìritu y la demostración de su inmortalidad mediante sus relaciones con el mundo corporal.
3.- Felicidad o sufrimiento como consecuencia de los actos humanos.
4.- Pluralidad de existencias por la Ley de Reencarnaciòn.
5.- Pluralidad de mundos habitados.
6.- Progreso infinito de los espìritus.
7.- Hermandad universal sin importar raza, condiciòn econòmica, creencia o religión.
8.- Evoluciòn constante de los tres reinos de la naturaleza.
9.- Infinidad de conocimientos y experiencias en la vida del ser.
10.- Contacto permanente entre el mundo espiritual y el mundo corporal.

Habièndonos enterado de estos basamentos doctrinarios, ¿consideran justo que “vivos”, estafadores, brujos, curanderos , practicantes de culto a los espìritus, poseedores o no de una mediumnidad se llamen a sì mismos “espiritistas”? ¿O que en un antro en donde “se hagan trabajos”, o “se quiten trabajos”, (brujerìa), en donde se consulte a los espìritus, en donde se les permita a èstos recetar yerbas y hasta medicinas patentadas, en donde se oficie un culto a los espìritus, se les llame centros espiritistas? ¡Nada que ver! ¡Absolutamente nada que ver!

El obispo venezolano Monseñor Enrique Marìa Dubuc, (1.866-1.962), en un artìculo publicado en el diario El Nacional de Caracas, el 31 de Octubre de 1.960, titulado: ¿Què es El Espiritismo?, hace las siguientes definiciones:
“Este nombre, Espiritismo, està muy desacreditado en algunas naciones occidentales por culpa de muchos espiritistas ignorantes y audaces que se han dado a ciertas pràcticas que no han entendido, que han interpretado mal y aùn han abusado de algunos hechos rudimentarios.”

“El Espiritismo no es una superstición, ni una brujerìa, , ni mucho menos un pacto diabòlico, ya que el tal diablo no existe, como lo entiende la masa catòlica. El Espiritismo genuino es una ciencia, una doctrina y si se quiere, una filosofìa, que enseña fundamentalmente la existencia de un Dios infinitamente bueno, la inmortalidad del alma o del espìritu, el amor al pròjimo como hermano; la necesidad de la santidad de vida con ausencia absoluta del egoìsmo, del odio, de la envidia, de la calumnia y murmuración, de la desconfianza en Dios, de toda mala voluntad con el pròjimo.”

“Se trata de una ciencia muy espiritual, que no es una religión, ni una secta, sino una doctrina elevadìsima que se roza con todas las disciplinas del espìritu, que enseña al hombre a ser auténticamente bueno.”

“ Hay sin embargo, dos peligros principales en la pràctica del Espiritismo: Los mèdiums y los espìritus comunicantes. Los mèdiums pueden engañar y auto-engañarse; en cuanto a los comunicantes, debe saberse que hay millares y millones de espìritus desencarnados que son embusteros, soberbios, pretenciosos, burlones perversos, ignorantes y de baja ralea que actualmente pueblan el espacio. Son los mismos espìritus que animaron a los hombres de esta Tierra, que fueron aquì ignorantes, analfabetos, supèrfluos, bromistas y algunas veces apasionados; en suma, sin evoluciòn espiritual alguna, como son muchos peones, campesinos, siervos, gente de baja extracción social, remordidos, blasfemos y llenos de complejos.”

¡Bueno! ¿Para què màs? En dicho artìculo, del cual hemos extraìdo los anteriores fragmentos, Monseñor Enrique Marìa Dubuc hace una verdadera apologìa del Espiritismo.
De ese Espiritismo que no tiene nada que ver con pràcticas de atraso social, que tambièn estàn reñidas por las diferentes religiones.

Muchos fanàticos religiosos, especialmente los fanàticos bìblicos, dicen que el Espiritismo està prohibido en la Biblia, específicamente en el Pentateuco. ¡Eso no es cierto! Por eso es que Jeremìas en 8: 8 dice: “La ley ha sido cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas.”
Moisès prohibiò “la consulta a los muertos”, que nada tiene que ver con Espiritismo. Sin embargo, en algunas Biblias de ciertas religiones judeocristianas se cambiò “consulta a los muertos” por “mèdiums espiritistas”. En tiempos de la prohibición mosaica de la “consulta a los muertos”, no existìa el Espiritismo como doctrina ni como palabra. Tanpoco existìa el tèrmino mediumnidad, ya que estos se originaron el 18 de Abril de 1.857. Hace sòlo 163 años. Pero el Espìritismo tampoco està de acuerdo con esta pràctica de consultar a los muertos.

Pròximo escrito en este mismo tema: LA DOCTRINA ESPIRITISTA