Iniciado por
gabin
Leo en estos últimos posteos de intercambio, ¡ho lalalala!, lo que se puede hacer con las palabras, cogiendo de donde interesa, exprimirlas hasta hacerlas irreconocibles expresando finalidades divergentes.
Nos movemos por propio "interés" -aunque no sea bancario-, hasta en el amor; nuestras acciones tienen que tener algún sentido, aun sea éste subconsciente.
La conversión de Neumann, parece obvio esta más claro que el agua clara, lo que se entiende rectamente por amor a dios nada de nada, por más que se lo hayan hecho venir bien con lo de los mandamientos.
Podría decirse asimismo: si odias a los demás dioses y odias a todos los creyentes en otros dioses, entonces, yo, tu dios, por mi gracia, de proclamo: eres la persona con más amor, y te salvarás por vivir, como yo: tu dios, te manda.
Atendiendo a esta definición, el que lo siguiera sería una persona "amorosa" y apostaría a lo Pascal para salvarse.
Habría que odiar para tener amor y salvarse en este caso, y en el otro, seguir los mandamientos, es amar a dios "vivir como él manda" y salvarse.
Lo que entendemos rectamente por amor a dios no es eso; eso, encaja en el "amor a dios" de Neumann, interesado en: "vivir como dios manda" por creer que así podría salvar el propio culo.
Hay formas y "formas" que los creyentes tienen para salvar su propio culo. La de Neumann fue muy burda.