Yo creo que la homosexualidad no es un problema de la raza humana sino social. La naturaleza es muy sabia y se compensa todo o se extingue. Si el ser humano llegò hasta aquí luego de 100.000 años, creo que està demostrado que no es un problema natural de supervivencia de la raza.

El problema se crea cuando nace la sociedad. Hay muchos factores incompatibles entre los seres humanos que deben convivir en la misma sociedad. Estos factores parecen ser diferentes funcionamientos mentales que nos lleva a comportamientos completamente diferentes aunque sean todos naturales. Si se logra equilibrar la convivencia la sociedad se prolonga, si no, desaparece.

Asì como hay funcionamientos mentales evidentemente diferentes entre religiosos y ateos, los hay entre violentos y pacíficos, entre los que mandan y los que obedecen, entre homosexuales y heterosexuales, etc. y todos debemos convivir o desaparecerà la sociedad si no se eliminan esas diferencias.

Respecto a la religión y los ateos se logró una convivencia pacìfica poniendo la ciencia como àrbitro imparcial. Con la homosexualidad se deberá encontrar un equilibrio con los heterosexuales para que puedan seguir conviviendo o desaparecer.

El homosexual tiene sus derechos como ser humano y, si se trata de una enfermadad, con mucha màs razón tendrá derechos. Siempre sin olvidarnos que los derechos de uno terminan donde empiezan los derechos del otro.

Educar a un heterosexual a que acepte la homosexualidad como algo normal es como pedirle a un ateo que acepte a Dios. Se puede hacer apelo a la tolerancia, pero jamàs que se entienda o se acepte. Educar al homosexual explicándoles todos los peligros que corre, tanto de enfermarse como de ser agredido si no modera su comportamiento en público, es algo que se està tratando de aplicar pero sin mayores resultados. El homosexual dice que él es como los demás y que son los demás que deben aceptarlo; no muy diferente a la posición de los religiosos ante los ateos. Posiciones rìgidas que no dan solución al problema sino que lo complican màs aun.

Si pretendemos una convivencia pacìfica se debe insistir en la educación y la cultura para que sea màs simple explicar el complicado fenòmeno de la “tolerancia”. En caso contrario seguirà teniendo trabajo la policía y las pompas fúnebres.