Lo realmente jocoso del asunto, Dorogoi, es que en el lecho de muerte de tan espiritual persona, Maciel, se aventaròn la puntada de arrimarle un exorcista. Claro. El diagnòstico fue: “posesión demoniaca”. Y es que, castigado implacablemente por el embustero Papa, Maciel ya no iba a la Iglesia, como que había perdido la fe, y las ganas de metérsela a los muchachitos. Pobre hombre.
Claro, el chivo expiatorio, fue el de siempre. El favorito del Vaticano. El Sr. Diablo en persona.
Yo no entiendo bien. Me dicen que debata. Debato. Abro un tema, y el representante del cuarteto de monjas, viene y me deja mensajes extraños de que ya no va a participar en el tema. Y a mi me mortifica tanto, porque, me gastè un billete en enviarle su invitación de imprenta y toda la cosa.
Y el cierre con moños:
En el 2006, cuando Ratzinger ya era papa, anunció el cierre de la investigación sobre Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud….
Quien quiera participar, es bienvenido. Y quien nò. Pues nò.