El escritor español Quevedo, muy conocido por su picardia e ingenio, consiguió apostar una enorme suma de dinero ante sus amigos y conocidos, que el mismo seria capaz de decirle en su propia cara a la Reina, la esposa de Felipe IV, que era coja(lo cual era cierto). Los amigos incrédulos inmediatamente aceptaron la apuesta.

Habiendo reunido su dinero, se presento a corte en la primera oportunidad que tuvo, al ser invitado a una recepción en el castillo. Quevedo aprovecha la ocasión para cumplir con su apuesta.

Quevedo se presenta ante la Reina en el palacio, llevando consigo dos hermosas flores: Una rosa y un clavel, una en cada mano. Quevedo le entrega las flores a la Reina diciéndola:

“Entre el clavel y la rosa, Su Majestad es-coja”.