Chanfle, los dejé en la oficina.
Chanfle, los dejé en la oficina.
Si bien no se gastan, hay que cuidarlos, no es época de andar derrochando
Sí, pues se le ha echado de menos...
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.
No, porque ya le besó el diablo, digo, Boot.
No quiero que se contagie DE LA ALEGRÍA DE BESAR
Gracias, qué considerado, che.
Hoy vengo besadora, al primero que llegue no le doy, al segundo tampoco, al que sigue quien sabe y así nos vamos...
Bueno, te beso, no importa que no me correspondas.