En eso reconozco que hay gusto para todos. Mi primera mujer era de gustos bastante peculiares.

Yo le preguntaba:
"Cariño ¿que te exitaría que hiciera yo por ti?"

Y decía ella:
"Tirarte de un puente cabeza abajo. Con la dura que la tienes seguro que no te enteras".

Y ahora, después de tantos que hace ya que me abandonara, me pregunto yo si lo hizo porque nunca fui capaz de cumplir su deseo para hacerla feliz. Snifff.