Hoy confieso que, me chamusqué las pestañas la noche del 24 horneando el pavo, pues el piloto no encendía, así que le quité la parrilla... y al prender el encendedor salió una llama como de dragón con mal aliento, -snif, snif, snfi- y enchinó el cabello de mi frente, llevándose al infierno mis pestañas tan bonitas.:001_huh: