aaaah! confieso que quisiera darle de nalgadas, no, una cintareada, al menos quisiera gritarle, gritarle muy fuerte tan fuerte que se le salga el cerumen de los oídos.
aaaah! confieso que quisiera darle de nalgadas, no, una cintareada, al menos quisiera gritarle, gritarle muy fuerte tan fuerte que se le salga el cerumen de los oídos.
Hay que ponerle el pecho a las balas.
Dios les bendiga.