Las aludidas señoras como parte de un grupo de presión distorsionaron datos, y ofrecieron estudios científicos dudosos a su favor, para cambiar las leyes. Una conducta reprochable que fue mas alla de lo que significa ser politicamente correcto. Yo no estoy hablando de algo tan extremo como eso, ni tampoco dicho ejemplo debería descalificar al resto del lenguaje políticamente correcto cuando utilizado apropiadamente. Yo hablo aquí más bien de su uso cotidiano, sin sacrificio de convicciones personales, para poder lubricar y funcionar exitosamente en una sociedad multicultural.