Continuando con el pensamiento expresado por eenrique de que porque no nos moderamos a nosotros mismos. Bueno, yo creo que algunos ya lo ponen en práctica y es una estrategia saludable, que tú mismo te sepas controlar, para no dar lugar a que venga un tercero a jalarte las orejas públicamente.

A los que les gusta la propia moderación, me imagino que han desarrollado su propia estrategia para tratar de lograrlo. En mi caso en particular, antes de mandar alguna respuesta a alguien y apretar la tecla, primero me recuerdo a mi mismo que el receptor de mi mensaje, al otro lado de la pantalla será un ser humano de carne y hueso que siente, y que en alguna forma reaccionara a lo que dije. Entonces hay que pensar si eso que enviaré se lo diría en cara, a alguien que sepa mi nombre verdadero, que sepa donde trabajo, que conozca mi dirección de residencia, que conozca a mis amistades, y que me lo encuentro frecuentemente por todos lados. Y, si la respuesta fuera NO a cualquiera de esas situaciones, entonces opto por no enviarlo y me controlo, porque no está bien.