Hola a todos.
Quiero contarles una situación que me tiene un poco desbalanceado ya que nunca había experimentado una situación así:

A finales del año pasado, noviembre para ser exactos, entró a trabajar a mi oficina un amigo del que ni me preocupaba ni tomaba en cuenta. Iniciamos una brevísima conversación en el comedor de la compañía al pedirle de favor me pasara un tenedor de la charola de cubiertos. El tipo me pareció bastante atractivo, sin tomarle en cuenta para algo más. Desde ahí, me lo encontré varias veces en los pasillos de la oficina y no perdía oportunidad en platicarme de él. Cosas como que es nuevo en la ciudad, que vive solo en un departamento, etc.. se hicieron cotidianas. Todo esto lo tomé de manera normal, tomando en consideración que el tipo no me latía nada de nada en ningún aspecto.

Ya iniciado 2012, tuve la oportunidad de felicitarle por el año nuevo. En esa ocasión me dijo que había pasado la velada junto a sus padres. Una o dos semanas después, a manera de atención con un una persona que no es de aquí y que me "cayó bien", le invité a comer un fin de semana con la finalidad de que no se aburriese al igual que yo. A veces me la paso muy aburrido los fines. Me contestò que "siempre salìa algo en que ocuparse", pero que lo consideraría.

A partir de ahí, el joven demostró hacia mí un interés poco común. Varias veces le caché observandome a lo lejos por los pasillos. No me quitaba la mirada de encima y empezé a sentir una atracción inusitada. Al principio me dió cierto miedo, sin embargo sentí padre que un tipo tan atractivo se me quedara viendo. Varias veces ví un brillo poco común en su mirada y las conversaciones fueron bajando, pero las miradas y la atracción subió a la cuarta potencia.

Realmente me atrajo y me atrapó la energía que sentí de parte de éste señor. Al paso de estos tres meses, he querido acercarme a él con la finalidad de ser su amigo, pero extrañamente noto que me rehuye o trata de evitar hablar conmigo. Si hemos platicado dos o tres tonterías pero nada más profundo. Ni siquiera sé su edad (calculo como 36 o 37) o su número celular.

En las breves conversaciones que hemos tenido, solamente le he dicho que cuente conmigo para lo que quiera y que estaré ahí cuando me necesite. En alguna ocasión me guiñó un ojo cuando me vió para saludarme. Pero también noto que no lo puedo detener ni un minuto para platicar de ambos. Me saluda pero continúa su camino. Noto que se pone nervioso, o le cambia la tonalidad de la piel a rojo.

Vamos... estoy ahora si todo contrariado. Quisiera meterme en su cabccita y saber que piensa realmente de mi. El problema es que tanta atracción ya me puso de cabeza y hay largos momentos en que no dejo de pensar en él. He llegado a pensar que quizá es el hombre que me toca en ésta vida, pero noto muchas ambivalencias en su comportamiento.

De alguna forma, también yo le rehuyo, pero yo he sido más abierto. En esta semana tuve la oportunidad de saludarle despúes de un largo viaje que hizo de trabajo y le planté un abrazo que me correspondió. Nunca lo olvidaré porque fué muy espontáneo. Pero desde ahí lo he notado serio, preocupado y mucho más esquivo conmigo. Apenas hace dos días me lo encontré fuera de la oficina y quise hablar con él. Sin más, me dejó con la palabra en la boca y se alejó de mi despidiéndose.

La verdad me encuentro molesto por ese comportamiento. Se vió muy mal y he optado ya mejor por alejarme poco a poco de él. Ni siquiera para ser su amigo. Un día después que notó que no me acercaba, me esperó fuera de los elevadores después de haberme visto que venía caminando. Pero yo me desvié por las escaleras.

¿Alguien me puede ubicar? ¿Qué puede estar pasando? ¿Por qué reacciona así conmigo si me he portado del todo bien?