Un enclave muy importante fundado por Asdrúbal el Bello, muy posiblemente en otro anterior ibérico, fue la ciudad de Cartago Nova, la actual ciudad española de Cartagena( Murcia), al este de España.

Desde allí, el más famoso general cartaginés, Aníbal, se dirige hacia el norte de Hispania, cruzando los pirineos con un ejército de unos 40.000 y unos 50 elefantes para combatir al poder romano.

Solo a Aníbal se le pudo ocurrir una empresa de tamaña envergadura, descomunal para la época. Una estrategia que sorprendió a los romanos por completo.

Con el apoyo de tribus de la Galia logra cruzar los Alpes igualmente. Lo que los historiadores no se ponen de acuerdo es el motivo por el que Aníbal no llega a destruir Roma cuando tenía todas las de ganar.

La explicación más plausible es que Aníbal no pretendía extender y asentar el poder de Cartago en aquellas tierras, sino más bien quería debilitar el poder romano, combatiendo por su propia supervivencia.

Por eso seguramente no entra en el corazón del imperio romano, lo que a la larga se demostró ser un tremendo error.