" Concepto de "bloque histórico", es decir unidad entre la naturaleza y el espíritu (estructura y superestructura), unidad de los contrarios y de los distintos».[1]

Gramsci toma el concepto de "estructura" aportado por la tradición marxista, defendiendo la idea de que toda sociedad debe ser en principio estudiada desde su aspecto material, real, es decir, como el conjunto de las fuerzas materiales de un modo de producción.

La concepción marxista clásica del desarrollo de la historia, desde las comunidades primitivas hasta el capitalismo, había resaltado el creciente dominio del hombre sobre la naturaleza, gracias al desarrollo de las fuerzas productivas materiales.

«Sobre la base del grado de desarrollo de las fuerzas materiales de producción se dan los grupos sociales, cada uno de los cuales representa una función y tiene una posición determinada en la misma producción. Esta relación es lo que es, una realidad rebelde: nadie puede modificar el número de empresas y de sus empleados, el número de ciudades y de la población urbana, etc. Esta fundamental disposición de fuerzas permite estudiar si existen en la sociedad las condiciones necesarias y suficientes para su transformación, es decir, permite controlar el grado de realismo y de posibilidades de realización de las diversas ideologías que nacieron en ella misma, en el terreno de las contradicciones que generó durante su desarrollo.». [2]

Existe una estructura, en la que los individuos se relacionan con la naturaleza, entre sí y con ellos mismos de un modo determinado, para dar lugar así a un modo de producción particular. El conjunto de fuerzas materiales de producción se desarrollan a lo largo de la historia y por esto es imprescindible estudiar el pasado, ya que es el único camino para desentrañar el desarrollo de estas fuerzas materiales.

Por otro lado, y a diferencia de Marx, Gramsci distingue en su estudio sobre la estructura social dos movimientos: existen movimientos orgánicos y relativamente permanentes y otros llamados de "coyuntura".

En cuanto a la superestructura, Gramsci se distancia también de Marx, definiéndola como una totalidad compleja formada por dos esferas esenciales: la sociedad política (el aparato del Estado) y la sociedad civil (la mayor proporción de la superestructura).

Este pensador postula un método para captar la correcta articulación de estos elementos del bloque histórico en su análisis de las relaciones de fuerzas. Comienza por la fundamental distinción entre los movimientos orgánicos y coyunturales, y sigue por los distintos momentos en las relaciones de fuerzas.

"Es el problema de las relaciones entre estructura y superestructuras el que es necesario plantear exactamente y resolver para llegar a un análisis justo de las relaciones justo de las fuerzas que operan en la historia de un período determinado y definir su relación. Es preciso moverse en el ámbito de dos principios: 1) ninguna sociedad se propone tareas para cuya solución no existan ya las condiciones necesarias y suficientes o no estén, al menos, en vía de aparición y de desarrollo; 2) ninguna sociedad desaparece y puede ser sustituida si antes no desarrolló todas las formas de vida que están implícitas en sus relaciones[i]. A partir de la reflexión sobres estos dos cánones se puede llegar al desarrollo de toda una serie de otros principios de metodología histórica. Sin embargo, en el estudio de una estructura es necesario distinguir los movimientos "orgánicos" (relativamente permanentes) de los movimientos que se puede llamar "de coyuntura" (y se presentan como ocasionales, inmediatos, casi accidentales). Los fenómenos de coyuntura dependen también de movimientos orgánicos, pero su significado no es de gran importancia histórica. " [3]

"En la relación de fuerza, mientras tanto, es necesario distinguir diversos momentos o grados, que en lo fundamental son los siguientes:

1) Una relación de fuerzas sociales estrechamente ligadas a la estructura, objetiva, independientes de la voluntad de los hombres, que puede ser medida con los sistemas de las ciencias exactas o físicas. Sobre la base del grado de desarrollo de las fuerzas materiales de producción se dan los grupos sociales, cada uno de los cuales representa una función y tiene una posición determinada en la misma producción. Esta relación es lo que es, una realidad rebelde: nadie puede modificar el número de las empresas y de sus empleados, el número de las ciudades y de la población urbana, etc. Esta fundamental disposición de fuerzas permite estudiar si existen en la sociedad las condiciones necesarias y suficientes para su transformación, es decir, permite controlar el grado de realismo y de posibilidades de realización de las diversas ideologías que nacieron en ella misma, en el terreno de las contradicciones que generó durante su desarrollo.


Bloque histórico, estructura, superestructura y relaciones de fuerza: Gramsci